Finlandia ha venido incorporando la tecnología a las aulas desde hace tiempo y de manera gradual. En 2013-2015 llamaba la atención el bajo perfil tecnológico de Finlandia en el ámbito escolar. La mayoría de escuelas pedía a los estudiantes comprar sus propias laptops. Papel y lápiz seguían siendo instrumentos preferidos en las aulas. Datos del 2012 indicaban que los profesores finlandeses usaban menos el Internet en clases que los profesores de otros países europeos.
El nuevo currículo de educación básica, adoptado en 2016, vino a acelerar el proceso de digitalización. El nuevo currículo contempla siete áreas de competencias transversales, una de ellas la competencia tecnológica. Esta se utiliza en todos los grados y en varias asignaturas.
En 2016 el ministerio de educación decidió crear una red de tutores digitales vinculados a las escuelas primarias a fin de ayudar a los profesores a incorporar las tecnologías y las pedagogías digitales en su trabajo. La mitad de los profesores de primaria sentían que no estaban preparados o que estaban insuficientemente preparados para el nuevo currículo. Se atendió asimismo las grandes disparidades de equipamiento tecnológico y de conectividad entre municipios y entre escuelas, así como la provisión de dispositivos a alumnos y profesores.
En los últimos años los profesores finlandeses se familiarizaron con el uso de las TICs y la mayoría de escuelas recibieron equipamiento tecnológico básico. En cuanto a las familias, en 2017 93.5% de los hogares tenían al menos un computador. Cuando irrumpió la pandemia del COVID-19 y el cierre de escuelas, en 2020, Finlandia aparecía como uno de los países mejor preparados para hacerle frente.
No obstante, la pandemia significó un enorme desafío para el sistema educativo finlandés y para los docentes en particular. Una encuesta realizada por el sindicato docente (OAJ) en mayo-junio 2021, en la que participaron 1.900 profesores, entre ellos 140 supervisores, reveló que una tercera parte de los profesores consideró incluso la posibilidad de cambiar de profesión dado el nivel de estrés y agotamiento. El grupo más afectado fueron los profesores de educación secundaria; 81% dijo haber experimentado agotamiento.
Más de la mitad de los encuestados fueron profesores de educación inicial, primaria y secundaria; también dieron su opinión muchos profesores universitarios.
Además, a partir de su experiencia en la pandemia, 40% de los encuestados afirmó categóricamente que la educación a distancia no tiene efectos positivos sobre los alumnos. Volver a la educación a distancia y al aprendizaje remoto sería lo peor que podría suceder, dijeron.
Por su parte, la ministra de educación, Li Andersson, afirmó que el aprendizaje a distancia será adoptado como último recurso en el retorno a las aulas. "En los planteles primarios y secundarios la necesidad de enseñanza presencial es enorme", dijo. "El año pasado tuvimos un impacto enorme sobre el bienestar de niños y jóvenes, y se creó una brecha de aprendizaje entre la educación primaria y secundaria. Para el bienestar y para cerrar la brecha de aprendizaje, el regreso a la enseñanza presencial es muy importante".
No se ha discutido en el país una política nacional de educación a distancia. Usando el Internet y las tecnologías digitales como aliadas de la enseñanza, Finlandia sigue apostando fundamentalmente a la educación presencial, a una pedagogía de contacto vivencial entre profesores y alumnos, y entre profesores.
La experiencia finlandesa muestra la complejidad del tránsito de la educación presencial a la educación virtual incluso en circunstancias privilegiadas de acceso a internet y a dispositivos digitales, y la complejidad de la formación docente en pedagogías digitales aún en contextos en los que se cuenta con profesores profesionales, de alto nivel, formados, capacitados y con los equipamientos necesarios.
Textos míos relacionados en OTRAƎDUCACION
-
Finlandia: Tecnologías en escuelas y bibliotecas
No hay comentarios:
Publicar un comentario