MareaVerde |
- "Un difícil inicio de curso en Getafe" (Comunicado de la Plataforma por la Escuela Pública de Getafe. 5-10-2020)
- La culpa (Manuel Menor)
- NdP de la FAPA sobre la semipresencialidad en algunas enseñanzas
- 5 de octubre 2020: Día mundial del docente
- NdP de la FAPA sobre protocolo de sanidad en centros educativos de la Comunidad de Madrid
- Responsables políticos y escuela: una distancia social (Guadalupe Jover para El Diario de la Educación)
- Real Decreto-ley 31/2020, de 29 de septiembre, por el que se adoptan medidas urgentes en el ámbito de la educación no universitaria (BOE 30-9-2020)
- NP de la FAPA sobre la modificación de la Orden del precio de comedor
Posted: 06 Oct 2020 04:22 AM PDT |
Posted: 06 Oct 2020 04:04 AM PDT Según la Covid-19, la culpa y el infierno son los otros Por fin, podemos comprobar en directo que lo que decía Sartre con mucho cabreo de quienes lo oían piadosamente estaba encaminado. De cuanto viene sucediendo desde el mes de marzo cabe deducir muchas cosas, o tal vez ninguna; no es que dependa de nada personal, sino que hay días en que los datos que le llegan a uno de lo supuestos responsables de estar al tanto de lo que acontece, son decepcionantes. Ya no es infrecuente dar en pensar que no hay nadie al frente y que, al ritmo que vamos, el batacazo va a ser muy grande. El problema Dadas las noticias que acaparan los informativos, no se sabe bien si existe un problema, y puede que no, si los cánones de la realidad son lo que se publica. Desde luego, la unanimidad en torno a lo que esté asando es imposible. Los titulares de nuestra prensa son cada vez más discordantes; resalta la parcialidad de cada cabecera editora y, de paso, la de quienes desde una determinada óptica contemplan lo que sucede y existe. Hasta ahora, habíamos entrevisto escenarios parecidos, pero distintos por no incluir en directo tantas vidas cercanas; a la luz de lo que ahora ocurre se puede advertir que eran ensayos nada sofisticados de lo que acontece. No hace falta remontarse a Adán y Eva y al relato de la manzana y la serpiente; como explicación de supuestas cuentas originarias exige demasiados vericuetos interpretativos para un presente como el de Instagram. Más cercano, ahí está el relato de las "armas de destrucción masiva" que desencadenaron una de las guerras inacabables del Oriente Medio después de aquella vergonzosa foto de las Azores. Y hace bastante menos, las huestes de Esperanza Aguirre denostaron a gusto contra los profesores que salían a protestar por los recortes masivos, mientras invertía en privatizaciones y conciertos educativos; en esa onda estuvieron, desde los años noventa, sus apelaciones a "las Humanidades" y, muy pronto, a "la calidad", "la excelencia" o la "libertad de elección de centro", que han quedado en el escenario político como verdades incontestables mientras sus huestes aprovechaban todas las ocasiones para abandonar el servicio público de la escuela, porque los colegios privados realizaban una espléndida "función social". Estas historias de nuestro reciente pasado -que en Sanidad hemos vivido de lleno igualmente con ítems similares- han hecho juegos malabares con marcos conceptuales aptos para el arte trilero de mostrarnos que esa era la realidad. Vamos, que esta es la realidad que desean que tengamos presente, por encima de lo que vean nuestros ojos o nos diga en vivo nuestro sufrimiento. Nada es verdad y nada existe que no nos digan ellos con su inagotable capacidad de nuevas narrativas. Por eso, ni existen los vecinos o amigos que ya se han ido a causa de la Covid-19, ni los que se lleve por delante en lo que le reste de virulencia. Solo existe lo que vemos en las Redes, en la prensa y en el Congreso: lo que cada uno de estos prebostes lleva en su lengua para soltarle al primero que encuentre si intuye que le puede contrariar su cerrado narcisismo. Lo último, último, es que de un día para otro la realidad es antigua si no es exactamente lo contrario de lo que era; lo más moderno es modificar el relato de un momento para otro sin cortarse un pelo. Quien no lo entienda es que es corto de mollera, qué le vamos a hacer. Lo que sucede en Madrid, la capital de las Españas, es el no va más: España madrileña como nunca, es un ejemplo fetén. A nadie le importa cuánta gente se vaya a morir o no con esta pandemia; lo importante es que la economía de Madrid -y la del Universo que depende de Madrid, que debe ser muy universal-, no tolera que se sepa que nadie ha hecho a tiempo los deberes que debía hacer, que hay que tirar como se pueda y ver lo que el cuerpo social aguanta, como sea, en plan clasista o como se quiera. Este es el problema de querer ser de clase media, que seguramente crecerá, con más banderitas en las playas del Reino y, muy pronto, en el Congreso con la moción de censura que ya han puesto en marcha el 29 de septiembre Don Abascal y sus fieles. Y la estrategia Cuando Noemí Klein escribió aquella lúcida Doctrina del Shock, hace trece años, se quedó corta. No contaba con la envergadura de una pandemia global para que hubiera ocasión de reestructurar el sistema económico y social a fondo; no había en el horizonte un elemento de apariencia tan natural como una enfermedad devastadora para modificar las distorsiones que al capitalismo le habían supuesto, desde finales del siglo XIX, los parches que le había introducido el Estado Social y el de Bienestar para generar apariencias de equidad. Menos contaba con que hubiera tantos aprendices de brujo –también en España- dispuestos a distorsionar las funciones del lenguaje y el significado de las palabras hasta reducirlas a nada que no fuera desconfiar. Si las palabras no sirven para lo que decía Aristóteles, capaces de expresar sentimientos, dolor o pena, e intercambiar apoyos y amparo; si solo sirven para gritar y mentir consignas que no nos arropan, pronto nos encerraremos en nosotros mismos, nos dedicaremos al solipsismo y aceptaremos cuanto nos digan. El análisis de Klein parece una profecía del presente español y, en particular, del madrileño. Estos días, el grado de distorsión entre lo urgente y lo irracional está llegando a su cenit; los ciudadanos de Madrid empiezan a ser ejemplares en el desconcierto, no saben bien qué hacer ni a dónde acudir si les empieza a suceder algo. Pero en el corto plazo se están dando cuenta de que las sabias autoridades que tienen al frente de su destino comunitario han sido omniscientes desde el principio; por eso es probable que les sigan votando, ya los conocen…. Y para quienes dividen el mundo entre buenos y malos, este es el momento de ver en directo cómo resurge la vieja batalla del paraíso perdido; no faltará quien diga que el error es de la naturaleza y que nos gusta ser como Dios, verlo todo sin ser vistos, obligar a los demás a que vean las cosas como nosotros y ser de continuo su infierno cotidiano. Puro existencialismo sartriano. Manuel Menor Currás Madrid, 05.10.2020 |
NdP de la FAPA sobre la semipresencialidad en algunas enseñanzas Posted: 06 Oct 2020 04:11 AM PDT La FAPA Francisco Giner de los Ríos nos envía esta nota de prensa: Estimadas/os amigas/os: Adjuntamos enlace a la nota de prensa de acabamos de publicar en donde informamos de las actuaciones realizadas en la oficina del Defensor del Pueblo en cuanto a la decisión de SEMIPRESENCIALIDAD por parte de la Administración educativa en los cursos de 3º y 4º ESO, F. Profesional y Bachillerato. Enlace a la nota de prensa: www.fapaginerdelosrios.org/documentos?EntryId=2461&Command=Core_Download Recibid un cordial saludo FAPA FRANCISCO GINER DE LOS RÍOS |
5 de octubre 2020: Día mundial del docente Posted: 06 Oct 2020 03:57 AM PDT Marea Verde Madrid ¡#VueltaSegura a las aulas! (@VenaMareaVerde) twitteó: #DíaMundialDeLosDocentes ✅ Ratios de 15 alumnos Entradas relacionadas: |
NdP de la FAPA sobre protocolo de sanidad en centros educativos de la Comunidad de Madrid Posted: 06 Oct 2020 05:10 AM PDT La FAPA Francisco Giner de los Ríos nos envía esta nota de prensa: Estimadas/os amigas/os: Adjuntamos enlace a la nota de prensa de acabamos de publicar en donde informamos del inicio de procedimiento administrativo a través de denuncia en cuanto al protocolo de actuación de casos COVID-19 en centros educativos de la Comunidad de Madrid. Enlace a la nota de prensa: Recibid un cordial saludo info@fapaginerdelosrios.es |
Posted: 06 Oct 2020 05:20 AM PDT Artículo de Guadalupe Jover para eldiariodelaeducacion.com
01/10/2020 Lo de este curso se veía venir. La suspensión de las clases en marzo pasado nos pilló con el pie cambiado, pero que la cosa iba para largo lo supimos enseguida. Una situación excepcional reclama medidas excepcionales, y la coyuntura parecía la idónea para impulsar acuerdos en materia de infraestructuras, ratios, currículos, etc. Salvo contadas excepciones, los poderes públicos no están dando respuesta a las necesidades acuciantes que tenemos en las aulas. Sus declaraciones nos sumen en el más hondo desconcierto. La ministra Celáa anunciaba la semana pasada que se estaban estudiando cambios normativos que permitieran aligerar la rigidez de los currículos y adaptar las programaciones didácticas a la nueva situación educativa provocada por la pandemia. Tarde, pensamos, muy tarde. Los docentes llevamos ya tres meses preparando los materiales didácticos para este curso 20-21, y los mimbres de la programación hay que establecerlos en septiembre. Esas modificaciones las esperábamos como tarde en julio, en lo que hubiera debido ser un primer paso hacia la prometida reforma curricular. No sé si los cambios normativos anunciados entonces se referían a las medidas acordadas el martes en el Consejo de Ministros y publicadas ayer en el Boletín Oficial del Estado. Después de eliminar el requisito del máster del profesorado para poder dar clases durante la pandemia, se recogen en el Real Decreto otra serie de disposiciones. 1. "Con el fin de facilitar la adaptación de las programaciones didácticas a las decisiones que se tomen sobre presencialidad del alumnado, se otorga el carácter de orientativos a los estándares de aprendizaje evaluables". ¿Y cuándo han tenido otro carácter? Bajemos a tierra, pisemos el aula: 101 estándares de aprendizaje para una sola asignatura en un solo curso, por poner el ejemplo que me queda más a mano. A razón de 30 o 33 estudiantes por clase, ¿alguien pensaba que los cuantificábamos uno a uno? Lo que la comunidad educativa viene pidiendo desde la imposición de la LOMCE es pura y sencillamente su eliminación. Para este viaje, ciertamente, no necesitábamos alforjas. Decepción análoga habíamos vivido días atrás cuando, en rueda de prensa, la ministra decía salir al paso de la necesidad de docentes y estudiantes de 2º de bachillerato de saber a qué atenerse en este difícil curso. Esperábamos una drástica reducción de los inabarcables currículos: el alumnado, en muchas comunidades autónomas, solo asistirá a clase la mitad de las horas. Esperábamos, también, unas ciertas líneas de consenso en torno a un modelo de examen que en algunos territorios ha acabado por convertirse en la más eficaz herramienta de castración intelectual de nuestros jóvenes. Pero no. Los cambios se limitaban a mantener la optatividad en las preguntas de la EvAU, tal y como se hizo el pasado junio. Aquello, entendimos, fue una solución de urgencia ante una situación sobrevenida. Pero ahora había margen y motivos para acometer reformas más ambiciosas. Las pruebas de acceso a la Universidad han acabado por colonizar retroactivamente los dos cursos de bachillerato y la secundaria toda. Y lo que está en juego no es ver qué Comunidad pone el examen más difícil (o más fácil), sino quién propone el más inteligente. Porque de lo que se trata, en última instancia, es de devolver su carácter formativo a un curso marcado por la memorización a destajo y las crisis de ansiedad. 2. "Se flexibilizan también las condiciones de evaluación, promoción y titulación en primaria y secundaria, de manera que tanto las administraciones educativas como los equipos docentes puedan adecuarlos a la situación provocada por la pandemia". ¿En qué influye esto, nos preguntamos, en las condiciones de educabilidad -hoy- de niñas y niños, en los procesos de aprendizaje de adolescentes y jóvenes? Son parches puestos al final del camino, que en nada subsanan los problemas que en estos momentos estamos viviendo. Claro que habrá que flexibilizar dichas condiciones para no ahondar aún más en una lacra endémica de nuestro sistema educativo: la elevadísima tasa de repetición. Pero de nada sirven las medidas adoptadas en los criterios de evaluación y promoción si no se mejoraran sustancialmente los procesos de aprendizaje. Esto suena a jugar con las cifras para maquillar un fracaso. Por supuesto que maestras y maestros evitaremos penalizar aún más a los estudiantes por unas circunstancias que no han elegido, y diremos en voz alta lo que repetimos en departamentos y pasillos: la semipresencialidad es un fraude. La educación semipresencial supone expropiar una parte sustancial del derecho a la educación. No estamos garantizando la formación de chicas y chicos a tiempo completo, digan lo que digan nuestros responsables políticos. Se está pretendiendo transferir a adolescentes de 14 o 15 años -a ellos y a sus familias- una responsabilidad que compete a la escuela. Y la consecuencia más palpable, más dolorosa también, es que la brecha educativa no hará sino aumentar. La semipresencialidad no es solo consecuencia de la pandemia; es consecuencia del abandono arrastrado de la escuela pública: ratios inasumibles, espacios saturados, recorte de plantillas. Es a esto a lo que urge poner freno. Flaco favor nos hacen los responsables políticos a los docentes en general y a los equipos directivos en particular cuando afirman que las escuelas son espacios seguros y que caminamos hacia la presencialidad absoluta. Porque no es cierto. La precariedad es la norma. Vamos como funambulistas al filo de lo imposible. Y cuando las autoridades no lo reconocen, las quejas por los docentes que faltan -14 en mi centro la semana pasada- o por los barracones que no llegan pasan a recaer sobre unos profesionales ya exhaustos a estas alturas de curso. 3. "Además, se suprimen las evaluaciones de final de etapa […] por contar con otras fuentes de información del rendimiento del alumnado". Sería para reír si no nos hiciera llorar. ¿Siete años han tardado en descubrirlo? Quienes nos hemos pronunciado en contra de las reválidas desde la promulgación de la LOMCE no hemos cesado de repetir que quien necesita ser evaluado no es ya más nuestro alumnado, sino todos los demás elementos y agentes del sistema educativo. Hace falta un diagnóstico certero y voluntad política para impulsar reformas coherentes con él. Porque puestos a evaluar, habría que empezar con nuestras administraciones educativas: nos preguntamos en qué se están gastando los fondos COVID. La pandemia hubiera podido ser, en su fatalidad, ese punto de inflexión que propiciara la puesta en marcha de unas reformas que no pueden esperar más. Pero la distancia entre la realidad de las aulas y las declaraciones de los responsables políticos se nos antoja -salvo honrosas excepciones- abismal. Guadalupe Jover es profesora de Educación Secundaria |
Posted: 06 Oct 2020 05:03 AM PDT |
NP de la FAPA sobre la modificación de la Orden del precio de comedor Posted: 06 Oct 2020 05:27 AM PDT La FAPA Francisco Giner de los Ríos nos envía esta nota de prensa: Estimadas/os amigas/os: Remitimos enlace a la nota de prensa que acabamos de publicar en donde denunciamos que la Consejería de Educación al modificar la Orden por la que se establece el precio del menú escolar, se olvida de las familias perceptoras del ingreso mínimo vital, además de saltarse en su tramitación la participación preceptiva del Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid. Enlace a la nota de prensa: Recibid un cordial saludo info@fapaginerdelosrios.es |
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