MareaVerde |
- PROTOCOLO DE ACTUACIÓN ANTE LA APARICIÓN DE CASOS DE COVID-19 EN CENTROS EDUCATIVOS DE LA COMUNIDAD DE MADRID 25 de septiembre de 2020
- 6-10-20: ESTRENO DEL DOCUMENTAL "LA CHAPUZA DEL BILINGÜISMO" (20:00 h en www.lachapuzadelbiingüismo)
- Rechazo en la comunidad educativa al acuerdo para contratar profesores sin el máster: "Es un maltrato a la Educación, ser profesor es más que conocer la materia" (Daniel Sánchez Caballero para ELDIARIO.ES)
- Gobierno y comunidades acuerdan flexibilizar la Selectividad y permitir la contratación de profesores sin el máster de Secundaria (Daniel Sánchez Caballero para ELDIARIO.ES)
- Otra presencialidad es necesaria (Julio Rogero para ELDIARIODELAEDUCACION.COM)
- Casi 14.000 estudiantes madrileños están en cuarentena por positivos de coronavirus en más de 800 clases (Mónica Tragacete 20MINUTOS.ES)
- Los sindicatos esperan una negociación rápida para llevar el teletrabajo a la educación (ELDIARIODELAEDUCACION.COM)
- CCOO afirma que la cifra de 832 aulas confinadas "se queda corta, hay más" (FREM CC.OO.)
- Vídeo de la lectura del manifiesto "Abrazar los centros de nuestra vida" el 23-9-20 en Alcalá de Henares
- La educación nos hace mejores (Agustín Moreno para CUARTOPODER.ES)
- El sistema de préstamos de libros escolares vuelve a fallar en Madrid por segundo año (Elena Cabrera para ELDIARIO.ES)
Posted: 27 Sep 2020 07:56 AM PDT Puedes acceder al documento aquí |
6-10-20: ESTRENO DEL DOCUMENTAL "LA CHAPUZA DEL BILINGÜISMO" (20:00 h en www.lachapuzadelbiingüismo) Posted: 27 Sep 2020 07:52 AM PDT |
Posted: 27 Sep 2020 07:49 AM PDT Reproducimos esta noticia de ELDIARIO.ES El anuncio de la ministra de Educación, Isabel Celaá, de que se va a permitir de manera excepcional que licenciados sin el máster profesorado den clase en institutos no ha caído muy bien entre la comunidad educativa. Aunque los sindicatos y algunos profesores consultados entienden la situación de emergencia, creen que esta medida rebaja la profesión docente, manda el mensaje de que enseñar está al alcance de cualquiera y desprecia la didáctica y organización escolar, e incluso va contra el debate público sobre cómo mejorar la profesión. Por no hablar de las dificultades jurídicas que plantea la situación: la Ley Orgánica de Educación y el Real Decreto (RD) de acceso a la función pública establecen que el máster es necesario para dar clase en institutos, explica Francisco García, secretario general de la federación de Educación de CCOO, y un RD se modifica con otro, pero una ley orgánica no se cambia de cualquier manera. En circunstancias normales haría falta todo un proceso parlamentario y que una mayoría absoluta del Congreso lo valide (no valen más síes que noes). "Van a necesitar creatividad jurídica", dice García. En cualquier caso, los sindicatos rechazan la medida. "Provocará un deterioro de la calidad de la enseñanza", afirman desde CSIF. "Ser profesor no es solo conocer la materia, hay que tener conocimientos de pedagogía", añaden en CCOO. Saber enseñar, cómo se adquieren los conocimientos, las dificultades de los alumnos, especialmente en una edad complicada como los adolescentes. UGT se muestra más comprensiva, pero apunta a otro problema que revela esta decisión: "Se han acabado las listas de interinos porque se están ofreciendo contratos con un tercio de la jornada que la gente rechaza", afirma su responsable, Maribel Loranca. Para ejercer la docencia en Secundaria, actualmente es necesario estar licenciado en ciertos grados (algunos más obvios, otros menos, en los que se impartan conocimientos trasladables luego a las asignaturas correspondientes en los institutos; existen listas de qué grados permiten acceder a qué especialidades docentes) y después cursar un máster en formación del profesorado, que incluye un periodo de 4 o 5 meses llamado practicum en el que los estudiantes van a centros a realizar prácticas, pero siempre tutorizados. Con estos requisitos, y en ocasiones algún idioma, ya se puede impartir clase en los centros privados, tengan concierto o no. Para trabajar en uno público, grosso modo, hay que pasar por una oposición. Los mejores de cada convocatoria se ganan una plaza y el resto pasan a formar las bolsas de interinos, de donde se van contratando profesores temporalmente por orden para cubrir las vacantes o realizar sustituciones. Estas listas, explicó este jueves la ministra Celaá tras reunirse con las comunidades autónomas, son las que se están agotando en algunas regiones debido a las contrataciones de profesores para reducir los grupos. Fuentes sindicales explican que en algunas especialidades –por ejemplo, para enseñanzas artísticas o en la Formación Profesional, según UGT– las listas son históricamente cortas. Que el año pasado no hubiera oposiciones al cuerpo docente por la pandemia –como se ha explicado, sirven también para engrosar estas listas– tampoco ha ayudado. "Es un retroceso" Antonio Moreno es menos comprensivo con la emergencia educativa. "Pienso que es un retroceso y un maltrato a la educación", espeta de primeras este catedrático emérito en la Universidad Complutense de Madrid y exdirector del Instituto de Formación del Profesorado del Ministerio de Educación. Moreno, la persona que puso en marcha los másteres de formación del profesorado en España cuando el plan Bolonia cambió la estructura universitaria del país, cree que esta propuesta es sintómatica de la visión de la Educación que hay en España. "Todo el mundo cree que dar clase es una cosa simple, que se reduce a memorizar tres o cuatro cosas o resolver unos problemas. Dar clase es mucho más que conocer una materia o transmitir conocimiento de manera instrumental", asegura. Las fuentes consultadas básicamente coinciden con esta apreciación, con más o menos matices según les parezca más justificada la emergencia. "Si tenemos un máster es porque realmente creemos que es necesario", sostiene Enrique Ortiz, que es a la vez profesor de Secundaria y profesor universitario en el máster de profesorado de la UCM. "Uno de los aspectos que se ha comentado como necesario para la mejora educativa en todos los niveles era mejorar la formación inicial del profesorado, que, en este caso, el máster garantiza", argumenta. Y recuerda que los licenciados sin máster "no tienen asignaturas de docencia, de didáctica... me parece peligroso". Sorprendido por la noticia, el decano de la Facultad de Magisterio de la Universidad Autónoma de Madrid, Manuel Álvaro, se extraña de que las bolsas se hayan agotado, y se limita a realizar una reflexión general a falta de información específica: "Desde un punto de vista puramente conceptual, nadie debería afrontar la docencia sin una preparación adecuada", afirma. Preparación de la que forma parte imprescindible el máster. Y señala el símil de los médicos, al que han recurrido sin excepción todos los consultados sobre la medida. Este razonamiento viene a decir que nadie contrataría –ni se dejaría operar– por un médico sin el MIR. Los docentes que ponen este ejemplo son conscientes de que no es lo mismo tener un mal profesor que un mal médico, pero también creen que sirve para ilustrar la mirada que se tiene sobre la educación. "Esto demuestra una vez más que la educación en España está concebida como un lugar donde se aparca a niños que no podemos atender mientras trabajamos", asegura Ortiz. Moreno, ya metido en faena y con varias décadas de experiencia formativa a sus espaldas, cree que "la debilidad del sistema educativo está en que se permite la injerencia de cualquiera para dar clase. Es más, creo que incluso debería estar prohibido que cualquiera dé clases particulares", se sale un poco del tema. Las alternativas Los expertos consultados creen que se podría haber recurrido a otras fórmulas. Moreno propone recuperar profesores jubilados. Pero son población vulnerable ante la pandemia, se objeta. "Podría organizarse, dar clase a distancia", responde, "pero hay muchos recién retirados en una edad perfecta para dar clase". Otra alternativa que propone es que si hay que reclutar a graduados sin el máster, que se les obligue a matricularse. "Las clases les servirían como el practicum del máster y además tendrían en paralelo el trabajo teórico correspondiente y una tutoría en la Facultad. Serviría para darle valor académico a estas contrataciones", propone. "Incluso estamos en periodo de matriculación". Ortiz cree que también se podría recurrir precisamente a estudiantes del máster, aunque lo tengan sin terminar. "Muchos de ellos presentan en octubre su trabajo de fin de máster", explica. "Ya han estado haciendo sus prácticas... ¿Qué pasa con ellos?", se pregunta. De momento no hay respuesta. La información compartida por el Ministerio de Educación no detalla la medida acordada por el Gobierno y las comunidades. En cualquier caso, explica este profesor, podrían empezar por estos estudiantes, por alumnos que puedan certificar haber realizado algún curso de didáctica, que los hay. "Me parece un poco desesperado todo esto", cierra. Maribel Loranca, de UGT, realiza una reflexión que, observada a la inversa, podría entenderse como una propuesta también. "Es cierto que se han acabado las listas de interinos en algunas comunidades, pero hay profesores que están preparando oposiciones y pueden haber rechazado un puesto por las condiciones del contrato. Se ofertan plazas a un tercio de jornada o media jornada, fuera del municipio o provincia de residencia del profesor, con los gastos que conlleva. Si te ofrecen un contrato de un mes, quizá prorrogable, no es descartable que hayan encontrado mejores condiciones laborales en otro sector", desliza. |
Posted: 27 Sep 2020 07:46 AM PDT ELDIARIO.ES publica esta noticia El Gobierno central y las comunidades autónomas han alcanzado una serie de acuerdos para mejorar el desarrollo del curso escolar, que ha comenzado de manera "correcta", según ha explicado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, tras una reunión entre su cartera, la de Educación y los Gobiernos regionales. La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha explicado las medidas tomadas, entre las que destacan que se va a flexibilizar la prueba de acceso a la Universidad ante las dificultades para desarrollar los temarios íntegros en este curso convulso y que se facilitará la contratación de docentes rebajando los requisitos para ejercer para que las comunidades puedan rebajar el máximo de alumnos por aula. Creen el Gobierno y las comunidades que el inicio del curso, desde el punto de vista de la Salud Pública, ha empezado bien. Los últimos datos sobre aulas clausuradas, ofrecidos por Celaá en rueda de prensa tras la reunión, hablan de 2.852 unidades (clases) cerradas sobre un total de 380.000, lo que supone un 0,73% del total. El objetivo del Gobierno, ha insistido la ministra varias veces, "es mantener los centros abiertos y garantizar la presencialidad". Las administraciones son conscientes de las dificultades que puede suponer para los 2º de Bachillerato cumplir con los temarios en un curso con tanta incertidumbre y docencia online, de manera que lleguen correctamente preparados a la Ebau (en su acrónimo más común, también se utilizan Evau o PAU). Los profesores estaban exigiendo ya medidas para poder programar y tener certidumbres en un curso que no da tregua y va muy justo de tiempo. Han sido escuchados. "El modelo será similar al del año pasado, se adaptará a las circunstancias extraordinarias y lo haremos con carácter inmediato", ha explicado la ministra Celaá. También se va a facilitar la contratación de docentes ante las dificultades que están encontrando algunas comunidades, ha explicado Celaá, para encontrar docentes que cumplan las condiciones necesarias para ejercer la docencia. Así, "de manera excepcional y limitada y hasta que concluya el curso académico de la pandemia", los Gobiernos regionales podrán contratar profesores que no hayan cursado el máster de Secundaria, obligatorio en circunstancias normales, si se han agotado las bolsas de interinos habituales. "Siempre que cumplan el resto de requisitos para ejercer la docencia", ha matizado Celaá. El agotamiento de las bolsas de interinas, ha comentado la ministra, se está dando en algunas comunidades autónomas, agravada también por la suspensión de las oposiciones docentes el pasado verano por la pandemia. No son las únicas medidas adoptadas. La ministra Celaá ha informado de que en total se han adoptado ocho acuerdos, incluidos los dos mencionados. Además de estos, Gobierno y comunidades autónomas han pactado flexibilizar los currículos, en la línea de la propuesta de modificación de la Selectividad. "Vamos a adaptar las programaciones didácticas para recuperar los aprendizajes imprescindibles, competenciales, que no adoptaron el año pasado", ha explicado la ministra. "Muchas comunidades y centros han manifestado su dificultad para hacerlo debido a la rigidez del sistema". Además, Gobierno y comunidades han acordado adaptar las prácticas de la Formación Profesional (FP), como se hizo el pasado curso. Se reducirá la duración de los módulos de formación en los centros de trabajo, ha informado la ministra, al mínimo de las horas contempladas en la ley. Por último, las administraciones educativas también quieren "conseguir la presencialidad al 100% en los centros educativos", que en este momento no se está dando porque a partir de 3º de la ESO se está impartiendo docencia semipresencial en diferentes formas según las comunidades autónomas. Respecto a la presencialidad, la ministra ha informado de que las comunidades, con carácter general, no están reportando problemas relevantes por una alta incidencia con el absentismo causado por el temor de algunas familias a llevar a sus hijos a los centros educativos. La ministra sí ha señalado, sin embargo, que "hay grupos minoritarios culturales que sí persisten en la no asistencia a clase", según han informado tres Gobiernos regionales, y ha recordado que la abogacía del Estado acaba de concluir un informe sobre la cuestión que ratifica –ya se había dicho– "que la pandemia per se no exonera de la obligación de asistir al centro en la enseñanza obligatoria, pero que los centros son los que han de identificar las causas objetivas de no asistencia". |
Otra presencialidad es necesaria (Julio Rogero para ELDIARIODELAEDUCACION.COM) Posted: 27 Sep 2020 07:44 AM PDT Reproducimos este artículo publicado en ELDIARIODELAEDUCACION.COM Después de la experiencia vivida en los meses de confinamiento, donde se ha experimentado la enseñanza online, hay un acuerdo generalizado de que la educación presencial es necesaria para ir más allá de una concepción de la educación centrada en lo puramente académico y eliminar así las consecuencias perniciosas de la enseñanza digital. Esa presencialidad se percibe como necesaria para avanzar en los procesos de educación integral. Se ha escrito mucho sobre las carencias de todo tipo experimentadas durante la educación no presencial. Se apela a las limitaciones que pone al derecho de todos a la educación. Entre otras, la más evidente es la profundización de las desigualdades donde los más débiles salen más dañados. Tampoco podemos olvidar las consecuencias de tipo emocional provocadas para la falta de relaciones que constituyen la centralidad del hecho educativo. Todo ello nos ha puesto de acuerdo, a pesar de todos los temores entendibles, en que la enseñanza presencial es necesaria. No podemos olvidar que una enseñanza presencial de calidad requiere lo que se está reclamando en estos días: seguridad sanitaria, disminución de ratios, dar estabilidad al profesorado y aumento constante de la inversión una vez recuperado lo recortado en los últimos años. A pesar de este consenso, veo pocos análisis de cómo se percibe y se entiende esa presencialidad, y creo que es un momento oportuno para hacer un análisis y una reflexión sobre el tema. Hasta ahora la enseñanza presencial ha sido una característica central en nuestro sistema educativo. Y lo ha sido para cumplir fielmente los designios del poder: confinar a una parte de la población durante un tiempo de su vida, clasificarla, reproducir la exclusión de los excluidos y producir la docilidad generalizada de la ciudadanía. En definitiva, sirve para reforzar el dominio de las élites económicas y meritocráticas. Cuando hablamos de presencialidad ¿de qué tipo de presencia hablamos?, ¿de la que se nos impone para seguir controlando a los ciudadanos?, ¿de la presencia de la autoridad impuesta que genera relaciones de sumisión y obediencia ciega en el alumnado y autoritarismo en los docentes?, ¿de la que inculca en las conciencias que no es posible ser sujetos de la propias vidas y que son otros los que las dirigen?, ¿de la que produce valores de competitividad, de individualismo, de adoración al mérito y al éxito, de desprecio y culpabilización del perdedor? Vivimos en la sociedad de la distancia, profundizada por los acontecimientos de los últimos meses donde la comunicación virtual ha adquirido especial protagonismo. Todo parece indicar que la virtualidad se quiere completar con la presencialidad, y no que la enseñanza presencial se complemente con la enseñanza online. Ahora comienzan a proponerse desde las administraciones, ante la dificultad de una "vuelta a la normalidad escolar", que se impartan algunas asignaturas online y que no es necesaria la presencia en los centros todos los días de la semana. ¿Será una forma de ir demostrando que el currículo escolar puede hacerse online y desarrollarse en la casa?, ¿es el comienzo, de forma generalizada, del abandono del espacio y el tiempo escolar?, ¿para aprender no hace falta la escuela (y el maestro)? En el mundo de la educación hay una apuesta por la tecnología para que esta vaya adquiriendo la centralidad del proceso educativo como solución ante pandemias u otros cataclismos imprevisibles. Los que pretenden recortar recursos lo tienen muy claro, pero no solo ellos. También lo tiene claro una parte de la clase media aspiracional, que defiende "la escuela en casa". Los recursos de que se dotará a los centros educativos para los próximos cursos tendrán un contenido fundamental de dispositivos electrónicos. Cuando estos se dominen por parte de todos, será posible dar el paso siguiente. Los que apuestan por una educación cada vez más clasista y privatizada ven ahora mayores oportunidades para sus intereses. La pedagogía de la presencia que nos importa es una llamada a la forma de ser y de estar presente acompañando el proceso educativo del alumnado. Me parece necesario, en un momento como el que vivimos ahora, retomar la reflexión sobre la educación liberadora. El objetivo ha de ser poner en el primer plano la calidad y la calidez de la educación y la necesidad de una presencia transformadora al servicio colectivo de la autoeducación y autorrealización del alumnado. Lo vivido en estos meses nos ha llevado a constatar la dureza de la pérdida de la presencia cercana y amigable, del encuentro afectuoso, del abrazo sincero, de la mirada cómplice, del calor de la acogida. Creo que para muchas personas esta negación de la relación, del contacto entre los cuerpos está siendo muy traumática y eso solo puede ser contrarrestado con la posibilidad de una nueva forma de presencia física y del contacto real. Y no estoy hablando solo del contacto físico, cuyas limitaciones hoy están justificadas, sino de una forma diferente de relacionarnos. Una presencia con un contenido relacional que pueda hacer de ella una de las realidades educativas más necesaria e innovadoras en estos momentos. Hay presencias ineludibles y vitales en el proceso educativo reconocidas todavía hoy. El maestro es insustituible por una pantalla. La relación entre los iguales es central en el proceso educativo. El espacio y el tiempo escolar son un espacio y un tiempo de convivencia positiva y de reciprocidad compartida. La conciencia de comunidad solo se adquiere y se construye desde la presencia y la relación positiva de cooperación y colaboración comunitaria. Hay presencias que promueven la distancia porque son ausencias de relación educativa por ser autoritarias, descomprometidas, negligentes, impositivas, controladoras, opresivas o asfixiantes. La capacidad de hacerse presente es una aptitud que se puede aprender, no es innata a los educadores. La calidad y calidez de la acogida solo es posible cultivando la pedagogía de la presencia. ¿De qué presencia o educación presencial hablamos cuando no se tiene en cuenta o se ignora a los que más lo necesitan, al niño que molesta, al que tiene determinadas discapacidades y le situamos en otro mundo? ¿Cuántos niños y niñas son invisibilizados en la educación presencial como si no estuvieran presentes? Con frecuencia vivimos presencias que son ausencias y carencias en la relación educativa, porque no muestran acogida, afecto, comprensión de la realidad que vive cada uno. Por eso se hace necesario salir de esta crisis con una nueva concepción de la presencia, más comprometida, más acogedora, inclusiva, respetuosa, tierna, cuidadosa, atenta, transparente, fraterna, humanizada y apasionada. Esa nueva presencia será el signo de que salimos de la prehistoria de la educación y entramos en una nueva era educativa, como la que se persigue en otros muchos ámbitos, como el del respeto a la naturaleza. En la escuela del cuidado mutuo esta presencia es el punto de partida de una educación integral y emancipadora. |
Posted: 27 Sep 2020 07:37 AM PDT Reproducimos esta información de 20MINUTOS.ES Un total de 832 aulas de colegios, institutos y otros centros educativos se han puesto en cuarentena en la Comunidad de Madrid desde que empezó el curso escolar, a principios de este mes. Así lo ha comunicado este miércoles el viceconsejero de Sanidad, Antonio Zapatero, que ha destacado que estas clases suponen el 1,4% de todas las que hay en la región. Estos aislamientos afectan a 13.856 estudiantes madrileños (el 1,1%), según ha abundado el también responsable de Plan Covid-19, y de momento solo se han traducido en el cierre total de un centro: el de una escuela infantil situada en la capital. Zapatero ha comparecido junto a la directora general de Salud Pública, Elena Andradas, que ha destacado que se han contabilizado en los últimos días hasta una docena de brotes en centros educativos, algunos de ellos en universidades de la región, que ya han retomado su actividad formativa. La doctora ha insistido en una idea que ya expresó la semana pasada: los positivos que se detectan en colegios, institutos y demás son contagios que se producen fuera del ámbito educativo. En la misma rueda de prensa en la que se han conocido estos datos también se ha comunicado que los técnicos de la Consejería de Sanidad siguen estudiando ampliar las restricciones que comenzaron esta semana en 37 zonas sanitarias y han indicado que la decisión se conocerá, previsiblemente, el viernes por la mañana. |
Posted: 27 Sep 2020 07:34 AM PDT Publicamos esta noticia leída en ELDIARIODELAEDUCACION.COM Mientras las indicencias en centros educativos relacionadas con la Covid-19 no paran de sucederse, se cierran aulas por contagios de alumnos y docentes, se envía al personal de baja o de cuarentena, los sindicatos educativos esperan, al menos así lo asegura Francisco García, secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO, una negociación, «en cuestión de semanas», que lleve a los colegios e institutos el acuerdo en materia de teletrabajo que se ha conseguido en la mesa de negociación de los empleados públicos. Y no solo se espera que la negociación sea rápida con el Ministerio de Educación, primer paso, sino con las 17 comunidades autónomas a las que, con posterioridad, tendría que llegar (aunque Extremadura tiene su propio texto ya). Y deben ser semanas porque, aunque la pandemia es una situación coyuntural y, en principio, terminará tarde o temprano, hoy por hoy no se puede descartar ningún escenario de cierre. Como se anunciaba hace unos días, los sindicatos han conseguido un acuerdo con el Gobierno para que se modifique el Estatudo Básico del Empleado Público, de manera que se regulen cuestiones como el derecho a la desconexión o la responsabilidad de las administraciones públicas a la hora de facilitar los equipos y dispositivos necesarios para que el funcionariado pueda desarrollar su labor desde casa. Ambos puntos han sido fundamentales, al menos, durante el periodo del estado de alarma, con docentes respondiendo comunicaciones durante todo el día, muy por encima de su horario habitual de trabajo, o en días festivos. Aunque es complicado de calcular, el coste para las administraciones de conseguir que todo el profesorado que tenga que desarrollar su labor en casa, ya sea por una cuarentena obligada o por estar en régimen de semipresencialidad en algún curso alto de la secundaria, la cifra puede ser bastante elevada. Aunque para Maribel Loranca, secretaria de FeSP-UGT podría establecerse algún tipo de sistema de préstamos para quienes se encuentren en estas situaciones. Desde el Ministerio de Educación y FP todavía no se tiene prevista esta posible Mesa Sectorial con los sindicatos para ver de qué manera «baja» el texto al sector docente concreto. Según Alejandro Tiana, secretario de Estado de Educación todavía es pronto, hay que esperar a que el texto de la modificación llegue al Consejo de Ministros (está previsto que lo haga el próximo martes) para comenzar a dar los primeros pasos de la negociación. Sobre la mesa, además de cuestiones relacionadas con equipamiento informático o el número de horas y el horario exacto de trabajo para el personal docente, hay otras cuestiones de fondo como el derecho a la intimidad y a la protección de datos dado el anuncio de alguna autonomía de emitir en streaming las clases de los docentes cuyos grupos se encuentren en semipresencialidad. Protección para el profesorado que imparte como para el alumnado que se encuentra físicamente en las aulas mientras se emiten las clases. Tanto para Loranca como para García, en cualquier caso, el teletrabajo en el sector educativo debe prácticamente circunscribirse a la situación de pandemia actual, dado que la apuesta, en este sector al menos, debería ser siempre por la presencialidad. De hecho, ambos destacan, dentro del acuerdo general, la garantía de la prestación de servicios de la administración de manera presencial al ciudadano. Por delante, ahora, en cualquier caso, está el trámite de enviar la propuesta de modificación del Estatuto al Congreso de los Diputados donde no debería haber grandes complicaciones para aprobarlo. Principalmente porque hay acuerdo entre Gobierno y sindicatos y, en la normativa que regulará al sector privado, también con la patronal. Según fuentes sindicales, la modificación llegará en forma de Real Decreto-ley en un intento por agilizar el trámite, aunque tendrá que contar con el beneplácito de la Cámara. Antes pasará por el Consejo de Ministros. Para Loranca, en cualquier caso y dure lo que dure este trámite, no hay problema para que el Ministerio de Educación convoque lo antes posible la Mesa Sectorial con los sindicatos de enseñanza para ir avanzando un marco que, después, llevue a las autonomías. Francisco García, desde CCOO, es de la misma opinión. La negociación debería poder desarrollarse en las próximas semanas. Y más con el escenario de incertidumbre actual en relació a la pandemia. |
CCOO afirma que la cifra de 832 aulas confinadas "se queda corta, hay más" (FREM CC.OO.) Posted: 27 Sep 2020 07:31 AM PDT FREM CC.OO. publica esta información "Las cifras se nos quedan cortas. Salud Pública va con retraso porque no está atendiendo a los centros con la agilidad y celeridad necesarias", ha dicho la secretaria de Enseñanza de CCOO, Isabel Galvín, tras conocer los datos anunciados hoy por la Consejería de Sanidad. En el segundo día de la huelga educativa convocada ayer y hoy por CCOO, UGT, STEM y la CGT, los sindicatos coinciden en que Salud Pública tarda "entre dos y hasta cinco días" en responder a las llamadas de los centros ante un posible caso de coronavirus. Además, CCOO asegura que quienes atienden las llamadas telefónicas de los centros educativos para solucionar cuestiones de COVID "son personal administrativo, no son sanitarios", por lo que exige que Sanidad "haga público cuántas personas atienden estas llamadas y cuáles son sus perfiles profesionales". Dado que las enfermeras escolares prometidas "no han llegado", el coordinador Covid de cada centro es "un miembro del equipo directivo, el propio director, jefe de estudios o secretario", que no tiene conocimientos sanitarios "más allá de un cursillo online de dos horas" impartido por la Consejería. "Cuando llaman a Salud Pública con una sospecha de covid o una duda, se encuentran con que la persona que contesta tampoco tiene conocimientos sanitarios y que solo tiene un guión con unas orientaciones genéricas", y los directores se ven obligados a "tomar decisiones por su cuenta". La comunidad educativa "necesita saber los criterios que determinan que sea declarado brote o no. La realidad y lo que está ocurriendo no coinciden. Es una situación de indefensión la que se está sufriendo. De hecho en cada caso se actúa de manera distinta sin que se conozcan los motivos de esta disparidad. Esto es especialmente grave", agrega CCOO. Las cifras de cuarentenas que da Salud Pública "van muy por detrás de la realidad. Vemos que en la medida que pasan los días, los casos se multiplican de manera exponencial", asevera Galvín. CCOO asegura, además, que ha vuelto a exigir por escrito a la consejería de Educación datos de la situación de los centros y de sus plantillas, ya que no todos los profesionales en cuarentena cuentan con la baja médica. Por su parte, la directora de Salud Pública ha reconocido "algún caso en que no se haya atendido, pero no solo se reciben llamadas de coordinadores covid sino también de otras muchas personas, como por ejemplo padres", y esto produce "distorsiones" |
Posted: 27 Sep 2020 07:30 AM PDT |
La educación nos hace mejores (Agustín Moreno para CUARTOPODER.ES) Posted: 27 Sep 2020 07:21 AM PDT Reproducimos este artículo de Agustín Moreno para CUARTOPODER.ES Acabo de ver Uno para todos, una película de David Ilundain -director de Bárcenas-, protagonizada por David Verdaguer. Se basa en una historia real: un maestro interino es destinado a la escuela pública de un pueblo que no conoce, donde será tutor de una clase de sexto de primaria y tendrá que gestionar la reincorporación al aula de un alumno enfermo de leucemia y las relaciones dentro del grupo. De aquella experiencia nació el "Proyecto Guillén", que buscaba mantener el contacto emocional entre un alumno ausente y sus compañeros a través de un blog con los contenidos que se impartían en clase y que se grababan en vídeo. Esta situación puede parecer un caso singular, pero no lo es ya que en España, por ejemplo, se diagnostican 1.400 cánceres infantiles al año. Quizá por reflejar un hecho real y por el buen trabajo del director y los actores, la película es verosímil y logra conmover al espectador sin tirar de recursos fáciles. Aunque la historia principal se produce en torno a Carlos, el niño enfermo, la película es, al tiempo, un homenaje al profesorado interino. A esos profesionales marcados por la inseguridad, por la angustia de tener que aprobar las oposiciones, por la incertidumbre de ser llamados o no para poder trabajar, por el temor de la vuelta del profesor titular. Ese profesorado empieza cada curso en un centro o localidad diferente a la que se llega con una maleta cargada de libros y, a veces, de tabaco para soportar la soledad. Son personas que se mueven en ese difícil equilibrio entre el intento de no comprometerse afectivamente con algo que es efímero y los enamoramientos y amores imposibles. Pero combinan una fértil mezcla de entusiasmo, capacidad de adaptación y supervivencia, empatía y amor a la escuela. Aleix es muy creíble porque no es el profe superguay, sino un profesor normal, que tiene recursos como aprenderse el nombre de sus alumnos desde el minuto uno y controlar bien la clase. Que les ayuda a pensar, les hace trabajar en equipo y va mejorando el espacio físico del aula. Pero es también una persona con sus problemas familiares, con un pasado laboral de precariedad, sus miedos a no saber gestionar el conflicto y su necesidad de encontrar afecto. El buen cine educativo no abunda en España. Es aquel que plantea la aventura de educar a partir de una situación escolar concreta y que desarrolla el juego de relaciones y emociones entre un grupo de alumnos muy diversos en un contexto determinado. Ilundain huye de ese tipo de cine que convierte a los profesores (generalmente hombres, aunque sea una profesión muy feminizada) en superhéroes que con una guitarra o siendo más macarras que los alumnos malotes se hacen con la clase. Se inserta más en la excelente tradición francesa de cine sobre educación que nos ha dejado joyas como Hoy empieza todo, Ser y tener, La clase o Los chicos del coro. Es una película necesaria porque plantea que hay que repensar cómo educamos y la importancia de centrarnos en lo esencial (en este caso, en un conflicto que bloquea la clase). Y es más necesaria aún en estos raros tiempos de pandemia. Tiempos en los que no se garantiza la seguridad ni la presencialidad; en los que las familias se ven obligadas a elegir entre educación y seguridad, ante la caótica organización de vuelta a la escuela. Los poderes públicos tienen la obligación de intentar conseguir la máxima seguridad posible. Para ello hay que invertir lo que sea preciso. Y aunque el Gobierno central ha puesto 2.000 millones de euros a disposición de las comunidades autónomas, no es una cifra suficiente y hay que recordar que todavía se deben 9.000 millones a la educación por los recortes de la etapa Rajoy. También le ha faltado valentía del Gobierno central para fijar una ratio máxima que obligase a organizar espacios, desdoblar grupos y contratar a profesorado interino –como Aleix-, algo que han hecho masivamente países como Italia. La película habla del uso de la tecnología (vídeojuegos) para trabajar en común, crear cohesión e integrar al alumno que no puede asistir a clase por estar hospitalizado. Pero la película nos recuerda algo mucho más importante: no hay educación sin afecto. Del profesor hacia su alumnado, del alumnado entre sí, superando los graves problemas de convivencia existentes que vuelven aflorar como todo lo que no se trata y cura. Es irrenunciable la presencialidad, porque sin afecto el proceso de educación-aprendizaje no funciona de forma óptima y porque con la educación online un tercio del alumnado se descuelga y aumentan las desigualdades educativas y sociales. Como decía Dantón, la educación siempre debe ser lo primero. Porque se educa fundamentalmente para ser personas. Porque su finalidad es esa: acompañar a los niños y niñas y a la juventud en su proceso de convertirse en individuos formados, informados y comprometidos con la mejora de su sociedad. Porque les ayuda a crecer, a superar etapas en su desarrollo emocional y moral. Y, efectivamente, un profesor puede cambiarte la vida y un alumno también. Porque la escuela puede ser el lugar donde nacen los sueños, donde se aprende a convivir y donde se desarrollan los valores humanos. |
Posted: 27 Sep 2020 07:54 AM PDT ELDIARIO.ES publica esta noticia El programa de libros en préstamo de la Comunidad de Madrid, denominado Accede, ha vuelto a dejar descontentos a todos los agentes implicados: los colegios viven el arranque del curso con una sobrecarga de trabajo; las librerías que no pueden participar en el acuerdo de licitación han perdido el 50% de su facturación anual y el alumnado ha empezado este curso, ya de por sí complicado, otra vez sin libros de texto. Accede es un programa del que se benefician unos 300.000 alumnos en la Comunidad de Madrid, es decir, el 45% de los que están matriculados en las enseñanzas Primaria, Secundaria, Formación Profesional y Educación Especial de la educación pública y privada concertada. Este año se han adherido ya todos los centros públicos y el 50% de los concertados. Las primeras líneas del reglamento de Accede recogen que el espíritu de este plan está enraizado en la gratuidad de la educación, una condición que se expande de la enseñanza básica hasta los libros de texto, que hoy por hoy sigue siendo su material fundamental. Pero la Ley de Gratuidad que se desarrolló en 2017 para la Comunidad de Madrid, tomó forma de sistema de banco de libros en préstamo que, aunque es cierto que es gratis, no es exactamente lo mismo, comenzando por algo tan simple como que, si tienen que ser reutilizados, los libros de trabajo o cuadernillos que a menudo usan los escolares quedan excluidos, pues hay que escribir en ellos. De igual manera, para que los libros de texto no sean rechazados por el sistema cuando el alumno los devuelve a final de curso, estos han tenido que ser tratados casi como incunables. Un coordinador de Accede de un centro de Madrid admite que abren "un poco" la mano con los estrictos criterios para admitir los libros porque, en verdad, no pasaría la criba ni la mitad. Es difícil que un alumno de 8 años no arrugue una página con el codo, que no manche o doble las esquinas cuando los transporta en la mochila o le pinte con un boli sin querer. Como ocurre con los libros de asignaturas en las que se usan cuadernillos, son las familias las que tienen que pagar de su bolsillo la reposición de los libros no admitidos. El curso escolar ha empezado escalonadamente en la Comunidad de Madrid y ni tan siquiera para la incorporación de los últimos cursos han llegado a tiempo los libros de texto en la mayoría de los colegios. Por ejemplo, P. G. R., el coordinador de Accede informa de que en su colegio de Infantil y Primaria del distrito de Chamartín, diez días después de iniciado el curso aún no hay libros, ni los repartirán hasta octubre, y que "era imposible" que estuvieran a tiempo. En agosto, mientras muchas familias disfrutaban de sus vacaciones e intentaban no darle muchas vueltas, todavía, a la idea de una inminente y complicada vuelta al cole, ese coordinador de Accede se metía todos los días a mirar la cuenta bancaria del colegio. Cada día miraba el saldo, esperando una variación. Hasta que no llegara la transferencia de la Comunidad de Madrid con el dinero para la compra de los libros de 5º y 6º, no podía mover un dedo. La Consejería de Educación le dijo a los colegios que podrían comprar los libros a partir del 20 de julio, un plazo razonable. Pero había una letra pequeña que advertía que no se efectuara la compra hasta que no llegara el dinero a la cuenta del colegio. "La única posibilidad de empezar el curso con libros es que me la hubiera jugado. Podría haberlos encargado sin tener el dinero pero si hubiera habido un error económico por mi parte o que el presupuesto de la Consejería no se correspondiera con el mío, el colegio tendría que hacerse cargo de la diferencia. Por tanto, lógicamente, no me la iba a jugar", explica este coordinador. Al fin, tras pasar el verano consultando la app del banco como quien mira al cielo para ver si llueve, el 23 de agosto apareció la transferencia y ese mismo día inició el procedimiento en la plataforma, pidiendo presupuestos a las librerías incluidas en el Acuerdo Marco, valorándolas y adjudicando a una de ellas, la que ganaba por puntos. Un procedimiento que requiere de una semana. A quien no le quedó más remedio que jugársela fue a la coordinadora Accede de un centro de Torrejón de Ardoz. Pero la Consejería de Educación le mandó unos tres mil euros menos de lo que ella había previsto. "No tienen en cuenta el precio real de los libros ni tampoco las posibles variaciones en el número de niños adheridos", explica I. P. E. Los coordinadores consultados intuyen que uno de los problemas para que no cuadren las cuentas es que la Comunidad utilizó precios de libros del año 2017 que no ha actualizado. Si los precios que manejan no se corresponden con los que marcan las editoriales hoy, queda en el tejado de las librerías poder asumir ese desfase en forma de descuentos. Para el coordinador Accede del colegio de Chamartín, la principal flaqueza es la falta de formación para la gestión del sistema, que la Consejería ha solventado con unos tutoriales. Para la coordinadora del colegio de Torrejón, no solo las instrucciones están poco claras, sino que, además, contactar con la Consejería para que resuelva las dudas es difícil: "La Administración se libra de este problema y nos lo pasa a los profesores, por un extra mínimo en el suelo". Al final, el mejor lugar para aclarar dudas y compartir frustraciones es un grupo de Telegram que han creado espontáneamente los coordinadores y que ha ido creciendo hasta reunir a más de 350. La falta de libros de texto en el arranque del curso no es el problema principal en este contexto pero sí fomenta la desigualdad entre los que sí tienen libros, porque los compran, y los que no. "Mientras que todos los niños no tengan los libros, nosotros vamos a dar contenidos, sí, pero libros, no. No vamos a provocar esa desigualdad", admite P. G. R. Los libros de su centro no se repartirán hasta octubre pues, aunque ya han llegado al colegio, todavía hay que forrarlos e introducir cada unidad en el sistema informático, así que la pregunta es: ¿cuánto de importante es tener los libros a principio de curso? "Si lo valoro del 1 al 10, para mí sería un 7", admite. "No es tan importante porque deberíamos habituarnos a trabajar sin libros —opina la coordinadora de Torrejón— pero si el programa se presta, no puede ser que llegue octubre y no haya libros". Pequeñas librerías, grandes perjudicadas A pesar de que para el mencionado coordinador, la gestión de Accede es "un marrón con todas las letras", los centros se han echado a sus espaldas la carga de trabajo y, como siempre, han tirado para delante. Las librerías también han tenido que apretar el acelerador. "Estamos ahora intentando hacer milagros para que los niños tengan los libros", explica Valentín García, presidente de la Asociación de Pequeñas Librerías de Madrid. "No creo que ni un 10% de los colegios hayan recibido ya los libros", decía en una entrevista con eldiario.es que tuvo lugar el 16 de septiembre, "los colegios han empezado a pedir el 21 de agosto, cuando tendrían que haber acabado todos los pedidos el 30 de junio", en cambio, el día que se realizó la entrevista, Valentín seguía recibiendo peticiones de presupuestos en su propia librería, Abascal, en Torrejón de Ardoz. Si solo fuera un asunto de plazos, sería un problema menor. La preocupación principal para el sector librero es que se trata también de un tema de supervivencia. Unos tienen una carga de trabajo excesivas pero, otros, en especial los negocios pequeños, han perdido la facturación que necesitaban para no tener que echar el cierre. Las librerías y papelerías que quisieron tuvieron que haberse presentado antes de febrero de 2019 y cumplir con unos requisitos, así como aceptar unas condiciones que no solo son complejas sino también difíciles para los negocios pequeños. Además, la Consejería ha impuesto un precio máximo por cada libro que a veces es inferior que el que paga el librero a la editorial, motivo por el que muchas se retiran. Forman parte de este Acuerdo casi 200 empresas, repartidas por lotes zonales. Las librerías pequeñas que sí han conseguido entrar lo tienen difícil para competir con las grandes, las cuales ofertan descuentos y prestan el servicio de forro de libros, ya que facilita la logística. Las pequeñas no tienen ni margen para negociar ni infraestructura para forrar, lo cual es obligatorio para los libros de Accede. por lo tanto, acaban obteniendo menos puntos y se quedan fuera de las adjudicaciones. Según Valentín García, la venta de libros de texto supone el 50% de la facturación de las pequeñas librerías y papelerías pero "las condiciones que ha puesto la Comunidad ha dejado fuera al 90% de las librerías, se han quedado a expensas de vender cuadernillos que no entran en Accede y alguna cosa suelta. Este un sistema que expulsa a las librerías". Esto impacta en un sector muy tocado en el que cada año se cierran el doble de las librerías que se abren. "Ya las circunstancias eran graves en la situación anterior, ahora con la covid-19 es terrible", dice. Tan solo en Torrejón, debido a esta crisis, ya han cerrado dos librerías, a las que se unirá a finales de año Arriero, que lleva 40 años abierta. El Gremio de Librerías de Madrid encabeza la petición de sustitución del programa de préstamo por el sistema de "cheque-libro", como en Andalucía y la Comunidad Valenciana, con el que las familias canjearían directamente este cheque en las librerías, aunque es un sistema más caro para la administración que el de banco de libros en préstamo con renovaciones cada cuatro años. Desde que el Acuerdo Marco se anunció hace año y medio, el sector del libro ha mantenido reuniones con la Consejería de Educación para intentar derogarlo o, al menos, reformarlo. El anterior equipo de la Consejería, que fue el que creó este programa, mostró una actitud más dialogante, pero el actual ha proyectado "una actitud mucho menos abierta a escuchar razonamientos que puedan ser útiles y se limita a ejecutar el programa Accede", según fuentes del sector. "La gestión del modelo conducía al fracaso desde el primer momento", dice el secretario del Gremio de Librerías de Madrid, Pablo Bonet. Explica que en febrero pidieron a la Comunidad de Madrid que cambiara la sistema y se hiciera por contratos menores, como el año anterior, para que todas las librerías y papelerías pudieran participar. Le contestaron que no, que era demasiado precipitado. A finales de mayo, viendo que no había ningún cambio, probaron otra cosa: enviaron al consejero de Educación, Enrique Ossorio, una carta firmada por cuatro importantes entidades del sector advirtiéndole de que "la probabilidad de que todos estos procesos [de Accede] se lleguen a ejecutar con cierta eficacia y solvencia es prácticamente nula" debido al "desbordamiento" de los equipos directivos a causa de la covid-19, las medidas de seguridad y cómo el Acuerdo Marco ralentiza el proceso. El sector del libro proponía que, al menos este curso, se trasladara a las familias la compra de los libros. La respuesta vino de mano de la propia presidenta de la Comunidad con un educado acuse de recibo. Fuentes de este sector califican de "negligencia" la coordinación y ejecución de Accede y señalan el "abandono" al que lo está sometiendo la Consejería. |
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