De visita en el aula de nuestra compañera y amiga Luisa, escuchamos una tarea que le había propuesto a su alumnado: preguntar a los padres por qué habían elegido su nombre. Nos gustó la actividad, porque se hace mucho de lengua escrita alrededor del nombre propio pero en realidad no sabemos nada de los motivos por los que llevamos el nombre que nos identifica, nos diferencia, nos presenta y nos singulariza. Cada elección encierra una historia que debe ser conocida polos pequeños, ya que les ayuda a ir construyendo su historia personal.
De vuelta en nuestra clase le hicimos la misma pregunta a los niños y niñas, ninguno sabía por qué se llamaba así. De modo, que tomamos la idea y se preparó una nota para las familias pidiéndoles que relatasen los motivos de su elección.
Al día siguiente todo eran novedades. Ya habían descubierto que en algunos casos llevaban el nombre de un familiar, de un antepasado, de un futbolista, o que la elección se debía a motivos tales como que fuese corto, que no tuviese diminutivos, que llevase la letra /u/, o porque lo habían escogido sus hermanos de entre los de una lista.
Pero el nombre además de su valor designativo tiene un valor simbólico. En una de las explicaciones hacía alusión a que el motivo de la elección había sido por lo que este nombre significaba. Y esto nos dio pie a una segunda tarea conjunta con las familias: descubrir el significado de su nombre, su fecha en el calendario, si tenía femenino/masculino, si empleaban diminutivos y también si tenía traducción en otros idiomas. Debemos apuntar que la implicación de las familias de nuestro alumnado es total; les gusta ser partícipes y participar en las propuestas de aula, además creemos que es una manera de que ellos también descubran cosas en las que no solemos detenernos.
¿Cómo diferenciar a dos miembros de la familia con el mismo nombre? (la costumbre americana de senior-junior o acompañarlos de los números romanos); ¿es conveniente usar nombres propios de personas para las mascotas?; ¿por qué hay nombres que tienen variantes?, ¿ hay nombres propios que acaban por dar nombre a la casa familiar?… Hay todo un mundo alrededor de los nombres propios, en cada hogar hay una historia para contar.
Es fácil suponer todo el juego que nos dio esta información. Ahora, de cara al inicio del nuevo año estamos preparando un calendario con las fechas dedicadas a su nombre. Así mismo, todas las indagaciones que hicieron alrededor de su nombre integran la exposición de los aniversarios, este curso con dos representaciones plásticas, la realizada en el aula y la hecha en su casa, en ambos casos suponen escribir el nombre sin emplear útiles o materiales convencionales en la escritura.
Hay mucho escrito alrededor de lo que puede suponer llamarse de un modo o de otro, de la incidencia que eso tendrá en el futuro, de cómo el nombre delata el contexto social familiar, hay también estadísticas de los nombres más empleados en un año o en una década, de los nombres más extravagantes, de los ya casi extinguidos, de los más largos, de los más cortos… Un nombre encierra muchas historias para conocer.
A la pregunta de si a alguien le gustaría llamarse de otro modo, la respuesta fue negativa, todos están satisfechos de su propio nombre propio.
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