domingo, 13 de marzo de 2022

GSIA, Infancia y Adolescencia



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GSIA, Infancia y Adolescencia


Conflictos bélicos: cómo responder ante las dudas y preguntas que inquietan a los niños.


Cuando se produce un conflicto bélico o un atentado grave, con víctimas mortales, 
como el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, 
se genera una sobreinformación y un aluvión de imágenes 
de los que difícilmente podemos proteger a nuestros hijos y que, por tanto, 
debemos gestionar de forma proactiva. 


Hasta hace relativamente poco tiempo, se consideraba que los niños y niñas menores de 8 o 10 años, y especialmente aquellos en edad preescolar, quedaban al margen de posibles efectos negativos de dichas informaciones, "protegidos" por su relativa inmadurez cognitiva. Pero estudios realizados en los últimos 10 años han demostrado justamente lo contrario y han permitido entender por qué.

Esta situación de sobreinformación reúne dos características importantes:
  • Está presente en todos los espacios de la vida: en las portadas de la diarios, que reproducen fotografías a gran tamaño y que se ven en cualquier quiosco, en la calle, camino de la escuela, del parque; en cualquier televisión, y no sólo a la hora de las noticias, sino de forma muy reiterada a casi cualquier hora; incluso en la radio, a la que habitualmente ni nosotros ni nuestros hijos prestan tanta atención, pero que estos días repiten una y otra vez la última hora y el balance de víctimas producidas y la evolución de los heridos. 
  • Muestra imágenes e informaciones que suponen un reto cognitivo para los niños menores de 8 años y que, por este motivo, pueden resultar amenazadoras para ellos. Un niño en edad preescolar no sabe entender que, a pesar de que vea una y otra vez las imágenes de los restos del atentados y muy posiblemente las declaraciones de los heridos y supervivientes, éste sólo se produjo una sola vez. Tampoco sabe valorar qué es un atentado, ni dónde se ha producido, si cerca o lejos de su casa.  Pero seguramente lo más importante es que las informaciones le confrontan con el dolor, con la idea de la muerte y del sufrimiento físico, algo que, dependiendo de su edad, quizá no había pensado aún. 

Desde esta perspectiva, es más que aconsejable que las familias ofrezcan a los niños un marco de referencia para entender aquello que están viendo, para poder abordar sus dudas y sus miedos y para tranquilizarlos. 

¿Cómo saber si es mejor hablar de lo ocurrido o no hacerlo?

Aunque improbable, puede ocurrir que nuestros hijos no hayan tenido contacto con las imágenes del atentado o no se hayan percatado de su gravedad. En esos casos, realmente sería contraproducente abordar el tema, porque podríamos generar una inquietud innecesaria.

Por tanto, aconsejamos preguntarles a los niños si últimamente han visto alguna cosa en la televisión o en los diarios que les ha llamado la atención. O, en el caso de niños de entre 6 y 8 años, si saben el incidente que ha ocurrido recientemente. En caso afirmativo, continuaremos hablando con ellos sobre lo ocurrido. 

De lo contrario, no lo abordaremos directamente. Les diremos que ha habido unos problemas (sin especificar) y que algunos adultos y niños más mayores han estado viendo la televisión e informándose. Pero que estas informaciones a veces confunden a niños de su edad. Y que por ello les aconsejamos que siempre que alguna noticia les llame la atención nos pregunten para que así lo podamos hablar entre todos.

¿Cómo abordar el tema?

Preguntas como las siguientes pueden ayudarnos a guiar la conversación con nuestros hijos:

  • ¿Qué crees que ha pasado?
  • ¿Qué foto (imagen) te ha llamado la atención?
  • ¿Tú sabes lo que es un atentado?
  • ¿Y qué piensas por qué ocurren los atentados?
  • ¿Sabes dónde ha ocurrido? ¿Eso está cerca o lejos de aquí?

La idea que subyace a estas preguntas es evaluar qué información tiene el niño y cómo la ha interpretado. Sólo así podremos tranquilizarle y corregir o complementar su visión sin añadir preocupaciones o informaciones que aún no ha entendido o pensado.

¿Cuál es la mejor forma de responder a las preguntas que nos formulan nuestros hijos?

La mejor manera de dar respuesta  a las preguntas y  a los comentarios de nuestros hijos supone respetar los siguientes principios:

  • Responder a todas las inquietudes y comentarios que nos hagan los niños, sin valorar su contenido y con máximo respeto por lo que han pensado y les inquieta. 
  • Tratar, siempre que se pueda, de tranquilizar a nuestros hijos, haciéndoles ver que en nuestro país, por suerte, los atentados son muy infrecuentes, aunque en otros países, lejos de aquí, ocurren a menudo.  
  • Subrayar siempre la disponibilidad de ayuda en nuestra sociedad: si nos ocurre algo hay muchas personas que nos ayudan (la policía, los bomberos, las ambulancias, etc.).
  • Ser absolutamente honestos con nuestras respuestas: si hacemos falsas promesas a nuestros hijos, éstos se van a sentir engañados. 
  • Responder sólo a lo que ha preguntado o comentado nuestro hijo, sin ir más allá, ya que con esto podríamos estar generando nuevas dudas o miedos. Pero jamás debemos de dejar preguntas sin contestar. 
  • Hay una pregunta que suele presentar dificultades cuando las familias abordan estos temas con sus hijos. Es la referida a los motivos, la pregunta acerca de por qué unas personas matan a otras. Es importante dar respuestas sencillas a esta pregunta, para que los niños no se asusten por la complejidad de nuestras explicaciones. En este sentido, una buena respuesta puede ser que nosotros tampoco lo entendemos, porque nunca una persona debería matar a otra. 

¿Qué preguntas suelen ser las más habituales?

Para prepararnos para hablar con nuestros hijos, podemos reflexionar previamente sobre las siguientes preguntas que habitualmente formulan los niños:

  • ¿Cómo se hacen los atentados?  
  • ¿Quién hace explotar las bombas?
  • ¿Por qué la policía no ha evitado que hubiera un atentado?
  • ¿Las personas que hacen esto (los autores de los atentados) van a la cárcel?
  • ¿Cómo es que los médicos no pueden curar a los heridos?
  • ¿Había niños en el atentado?

Quizá pueda parecernos algo amenazador hablar con nuestros hijos de sucesos tristes y traumáticos como los atentados. Y nos puede dar la sensación de que hablar de estas cuestiones genera miedos. 

Tengamos en cuenta dos ideas al respecto:

  • Cuando un niño tiene preguntas y no sabe o no puede encontrar respuestas, se las da él mismo o lo habla con otros niños de su edad. Y las respuestas que construye sin ayuda de un adulto siempre son más amenazadoras que las que les vamos a brindar nosotros, los adultos, desde la comprensión de lo que les inquieta.
  • Si nuestro hijo es pequeño, ésta sea quizá la primera vez que se enfrenta al dolor humano. Pero no será la última. Acompañarle y ayudarle a entender qué ocurre cuando la vida nos plantea situaciones duras es modelar su respuesta ante la vida y prepararle para el futuro.  

Ingeborg Porcar, directora de la Unidad de Trauma, Crisis y Conflictos de Barcelona (UTCCB) nos detalla cómo debemos abordar todas las inquietudes de los niños al oír noticias o ver imágenes de conflictos bélicos o atentados terroristas.

 

 

Artículo realizado por la UTCCB:

La Unidad de Trauma, Crisis y Conflictos de Barcelona (UTCCB) es el centro de prevención y gestión de situaciones críticas de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que ofrece intervención psicológica especializada a individuos, grupos y organizaciones en el antes, el durante y el después de un evento traumático.

¿Están preparados, los adultos, para reconocer el voto a los 16 años?.

Posted: 03 Mar 2022 10:29 AM PST

 ¿ESTÁN LOS ADULTOS PREPARADOS 
PARA RECONOCER EL VOTO A LOS 16?.

Aproximación al análisis del reportaje,
publicado por el diario El País en 2 de marzo de 2022,

Las lectoras y lectores de nuestro Blog y nuestra revista de prensa HDIA conocen que somos defensores de la eliminación de toda discriminación por motivo de edad, lo que incluye la defensa de los derechos a la participación política de niños, niñas y adolescentes, conforme a la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Como primer paso en esta dirección proponemos que España se sume a los países que ya tienen reconocido el derecho al voto a las personas de 16 y 17 años de edad.

A partir de nuestro planteamiento, esperábamos expectantes que uno de los principales periódicos de ámbito nacional abordara el tema del voto a los 16 que tenía anunciado con el fin de "adentrarse en un debate vivo en los países con sufragio universal". El esperado reportaje, que ha sido publicado ayer[1], no ha hecho otra cosa que decepcionarnos, ya que, en nuestra opinión, lejos de ofrecer argumentos para el debate, es un sumatorio de opiniones expertas y algunas referencias muy superficiales al estado de la cuestión en los niveles académicos, institucionales, de opinión pública y menos aún de los movimientos que promueven la participación política de los más jóvenes, como condición de ciudadanía inexcusable.

¿Están preparados los jóvenes de 16 años para votar?.
El País, 2 de Marzo 2022

Ante la falta de argumentaciones expresas (que no latentes, que las hay, y muchas) sobre las que empezar a debatir hemos optado por hacer una aproximación al análisis de este reportaje, a través de los términos en él utilizados, de la frecuencia y del contexto en el que aparecen los mismos, con el fin de visualizar más claramente su contenido.

Encabeza el ranking el prefijo "Neuro" (neurociencia, neuroeducación, neuropsicología, etc.) con 13 menciones. Muy lejos queda el término "Derecho/s" que es citado 5 veces, incluyendo la que aparece en esta frase, cuando menos curiosa: "…El hecho de que yo informe a mi hijo de que nadie tiene derecho a tocarle el pene ni él a hacerlo, evitará que sufra abusos sexuales o que él los ejerza". Y así con todo…".

La palabra "Niño" aparece en 3 ocasiones, relacionada con: cerebro, educación, padres. Es lo que en los estudios sociales de infancia entendemos hablar de un "universal niño" con características normativamente definidas. Por el contrario, cuando la palabra utilizada es "Niños" el contexto se refiere a voto y participación política, esto es, a los niños como grupo humano actuante. La palabra "Niña" está ausente en todo el reportaje.

De modo semejante, el término "Adolescente" (nótese, en singular) figura en las 3 frases siguientes: "…las ideas del adolescente son inestables…", "las habilidades cognitivas generales entre un adolescente de 14 o 15 años y un adulto es prácticamente imperceptible", "…el adolescente habrá crecido normalizando ese comportamiento". "Adolescentes" (en plural) es palabra citada en 10ocasiones. En la mayoría de ellas sirve para añadir atributos a la condición de la adolescencia ("…menor capacidad para gestionar…", "…son impulsivos y emocionales…", "…indicadores cognitivos…", etc.) solo una vez que atisba su protagonismo como grupo social: "…salen a las calles…".

Lo "Emocional" (8 citas) y las "Emociones" (4 citas), sumados, ocupan el segundo puesto del ranking encabezado por lo "neuro". Figuran en frases como: "…cerebro inmaduro y demasiado emocional…", "falta de maduración en los conceptos emocionales…". Al contrario, hemos rastreado, sin éxito, términos como razón, racionalidad, juicio, sensatez, discernimiento… hasta llegar a "Razonamiento", que tiene 6 menciones, formuladas en positivo y referidas al razonamiento lógico y moral, si bien ni siquiera aquí se escapa algún condicionante ("…sin estímulos, no se activa…").

En resumen, el artículo comentado escoge expresiones y opiniones diversas para construir un relato que ahonda en los prejuicios sobre los adolescentes, que les denigra ("los jóvenes votan con las tripas") y les recluye en el grupo de esos "otros" que aún-no-son-adultos. El eje del relato es la supuesta capacidad/competencia para ejercer el derecho al voto, lo cual no es otra cosa que la aplicación de los añejos criterios aplicados en el pasado para limitar este derecho a colectivos como los no propietarios o las mujeres. En último caso, se banaliza la importancia de su participación para las políticas ya que "son pocos numéricamente". Y se deja "para otra conversación" la propuesta verdaderamente debatible: "que la edad del voto sea 0".

Con todo, el reportaje esconde una sorpresa. Se trata de un vídeo del que nos informan así sus autoras: "Charlamos con cuatro adolescentes de 16 y 17 años para que nos cuenten si les apetece y si se ven capaces de votar"[2]. Planteado en forma de preguntas y respuestas, estas son algunas de las que se pueden ver y escuchar:

P. (A sus amigos y amigas por chat) ¿Pensáis que estoy preparada para votar?

R. Me ha dicho que sí, porque estoy preparada y sé pensar con cabeza.

P. ¿En qué se diferencian los partidos de derecha e izquierda?

R. Los de derechas tienen como ideas más radicales, quieren ser más potentes y los de izquierda más de mente abierta.

P. Con qué frecuencia lees noticias sobre política?

R. 1. Con poca frecuencia, si lo leo es más en Twitter o en redes, más que en el propio periódico. En la tele a veces por las noticias que ponen mis padres, por mí, no.

R.2. Periódicos suelo leer menos, veo mucho noticias en la tele y también me informo a través de redes sociales, que normalmente te suelen llevar a artículos de periódicos. Pero sí, procuro mantenerme informada.

P. ¿Qué piensas de que quieran adelantar el voto a los 16 años y si te ves preparada para elegir o no?

R. Pues yo pienso que sí estoy preparada, porque ya te hacen tomar una decisión cuando tienes 14 años (para lo que quieres estudiar) y eso es para toda la vida. Y esto es solo para 4 años, y puedes cambiar. Ejercer el derecho al voto es muy importante.


P. ¿Influye el voto en lo que hace el gobierno?
        R. Una persona que vote igual no tiene mucho poder, pero cuando, pero cuando              son muchas y muchas personas, al final sí tiene gran influencia. 

El visionado de esta pequeña parte del reportaje nos ahorra a nosotros finalizar esta pieza con cualquier tipo de conclusiones. Invitamos a nuestros lectores y lectoras a imaginar, después de verlo, una conversación similar en algunos grupos de personas adultas, y después reflexionar sobre si los chicos y chicas de 16 y 17 años tienen semejante capacidad y preparación que los adultos para ejercer sus derechos ciudadanos en este ámbito concreto.

En Madrid, a 3 de marzo de 2022

Asociación GSIA.


[2] https://www.youtube.com/watch?v=Qa3-o4VXq0g&t=369s.


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