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| Infancia y Adolescencia y el acceso a contenido sexual en línea. Posted: 22 Aug 2021 03:31 PM PDT En España el primer visionado de contenido sexual y/o pornográfico por parte de los menores se realiza en torno a los 12 años. Los adolescentes, además de utilizar Internet en su vida diaria para estudiar, socializar o descubrir nuevas aficiones, también lo usan para informarse o dar respuesta a su curiosidad. En esta etapa el desarrollo de su sexualidad hace crecer su interés sobre las relaciones, el amor y el sexo, y la Red resulta ser una fuente cercana y sencilla para buscar todo tipo de información y contenido, también sexual. Por eso, a nivel familiar nos preguntamos cómo protegerlos de aquellos contenidos perjudiciales o no apropiados para su madurez. El acceso de los niños y adolescentes a pornografía online es una de las preocupaciones más habituales para las familias. Somos conscientes de que Internet puede facilitar el acceso a estos contenidos, de forma anónima, a bajo coste o incluso gratis, y aunque no todos sienten curiosidad o solo acceden de forma involuntaria y puntual, las cifras destacan que en España el primer visionado de contenido sexual y/o pornográfico por parte de los menores se realiza en torno a los 12 años. Es un tema que puede resultar incómodo de tratar en familia, pero en realidad, la curiosidad que tienen hoy en día los menores son las mismas que teníamos nosotros/as a su edad. Durante el desarrollo de la sexualidad en la infancia y adolescencia nos planteamos cuestiones al respecto y pensamos que las imágenes o vídeos de connotación sexual pueden resolver algunas de esas dudas. Además, la pornografía también puede perseguir el fin de satisfacer el deseo sexual o integrarse en el grupo de amigos/as. En definitiva, seamos más o menos afines a esta actividad, no podemos negar que está extendida y que no es algo novedoso. Internet solo facilita un nuevo formato, un medio de acceso. Aunque en algunos casos el acceso a contenido sexual online por parte de los menores es accidental, como resultado de la publicidad o al recibir contenido de forma involuntaria a través de sus redes sociales, a menudo se trata de búsquedas intencionadas. Es lógico que, como madres y padres, nos preocupe la seguridad de nuestros hijos/as, queremos que aprendan a relacionarse de forma sana y evitar que visualicen contenidos inapropiados. ¿Cómo puede afectar el contenido pornográfico al desarrollo de los niños y adolescentes?A pesar de que existen evidencias sobre las posibles consecuencias del consumo de pornografía, aún no existe consenso entre la comunidad científica. En cualquier caso, algunos aspectos de riesgo son claros, en base a que muchos contenidos presentan situaciones irreales o extremas que no tienen nada que ver con una vida sexual saludable. Los menores, al estar en una etapa de desarrollo y construcción de su personalidad y su sexualidad, pueden adquirir una idea errónea, imprecisa o negativa de las relaciones afectivas y sexuales. También pueden llegar a tener dificultad para establecer la diferencia entre la realidad y la ficción, asumiendo como referentes conductas denigrantes o de riesgo, estereotipos negativos o expectativas irreales.
Hablamos de normalizar algunas conductas negativas o incluso violentas, basadas en la desigualdad de roles, la cosificación de la pareja, el sexo no consentido o las prácticas de riesgo. En el futuro, este tipo de mensajes se puede traducir en una dificultad para mantener relaciones afectivas en condiciones de igualdad, así como mayor victimización para sufrir relaciones tóxicas, violencia sexual o abusos físicos. En el entorno digital, el consumo de contenido sexual y el acceso a las páginas web o las comunidades que lo difunden está relacionado con una mayor vulnerabilidad ante peticiones de riesgo online. Nos referimos, por ejemplo, a la demanda de sexting (producción propia de imágenes o vídeos de connotación sexual) o al contacto engañoso por parte de adultos con fines sexuales, conocido como grooming. Entre sus iguales, al conocerse la actividad del menor en Internet, pueden dar comienzo situaciones de ciberacoso, coacción, extorsión sexual o sextorsión. En la actualidad, también se dan casos de adolescentes que deciden imitar a los protagonistas, pasando a generar ese tipo de contenidos con la idea de conseguir beneficios económicos. A nivel psicológico y emocional, pueden producirse sentimientos de confusión, ansiedad y miedo al sufrir una exposición involuntaria a contenido sexual y/o violento, o daños a su autoestima, al compararse con los modelos que presentan las imágenes y vídeos que visualizan. A su vez, el consumo abusivo de pornografía está relacionado con posibles conductas adictivas, que derivan en problemas de aislamiento, socialización, dificultad de control de impulsos, etc.
Prevenir el consumo de contenidos sexuales en Internet es posibleMientras acompañamos a los menores en su educación digital, hemos de recordar que permitirles el acceso a Internet no implica necesariamente que vayan a tener contacto con estos contenidos. La solución para evitar este riesgo no es prohibir el uso de la tecnología, es más bien orientarles hacia un uso correcto y saludable, utilizando las herramientas y pautas de prevención a nuestro alcance:
Además, ante las dudas que puedan surgir sobre el uso seguro de Internet por parte de los menores, podemos contactar con la Línea de Ayuda en Ciberseguridad de INCIBE en el 017, en WhatsApp (900 116 117) y Telegram (@INCIBE017), o también a través del formulario web, para hacer nuestra consulta de forma gratuita y confidencial. Con cada paso estaremos aportando conocimiento y seguridad en su educación digital, de forma que vayan aprendiendo a protegerse a sí mismos de forma progresiva en la Red. |
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