domingo, 15 de noviembre de 2020

MareaVerde



MareaVerde


17-11-2020: Concentración "Madrid deja a 20 mil alumn@s sin profes de refuerzo" (17:30 h., Consejería de Educación)

Posted: 14 Nov 2020 05:29 AM PST

La mala calidad del aire en los centros educativos (Pablo Gutiérrez de Álamo para ELDIARIDELAEDUCACION.COM)

Posted: 14 Nov 2020 05:33 AM PST

Reproducimos este reportaje de ELDIARIODELAEDUCACION.COM

  • Hace unas semanas se presentó un informe que ha monitorizado la calidad del aire en las aulas de los centros educativos. De media, solo el 16 % del tiempo que pasa el alumnado y el profesorado tiene la calidad óptima. Para determinar esta proporción se han tenido en cuenta la temperatura en el interior de clase, la humedad relativa y la cantidad de CO2.
En los últimos meses todo el mundo (o casi) ha oído hablar de los filtros HEPA, de la concentración de CO2 en el ambiente, de la importancia de la ventilación (cruzada, sobre todo) para mantener a raya el aire respirable o lo que son los aerosoles y lo «peligrosos» que pueden ser en el contagio de la Covid-19.

Pero nada de esto es nuevo. Prueba de ello es Proyecto de monitorización de colegios, realizado y publicado por la asociación PEP. Se trata de una asociación sin ánimo de lucro que responde a Plataforma Edificación Passivhaus. ¿Y? Este passivhaus hace referencia a un estándar de construcción o rehabilitación de edificios y, dicen sus defensores, que es uno (si no el más) estricto de los estándares.

El caso es que durante el curso escolar 2017-2018, estuvieron recogiendo muestras de centros educativos públicos y concertados, de casi todas las provincias (fueron 36 centros en total); una muestra que, asegura su presidente, Bruno Gutiérrez, no es del todo aleatoria y ha pretendido responder a diferentes tipologías. Además de las comentadas, también hay centros más o menos antiguos y más o menos modernos, de grandes ciudades y de poblaciones pequeñas, en climas fríos y cálidos. Ninguno aprueba en todo el país, da igual en qué lugar se encuentre.

El estudio, que cuenta con 700.000 mediciones tomadas, se ha centrado en tres factores clave para el confort en las aulas: temperatura interior, humedad relativa en el aula y niveles de CO2 en el aire. La primera debe encontrarse entre los 20 y los 25 ºC; la segunda, entre el 40 y el 60 % y, en el último caso, la medición óptima es de 800 ppm (partes por millón), aunque no sería un problema que alcanzasen las 1.000 ppm. Es en este punto en el que solo el 16 % del tiempo en el aula (en la media) es de auténtico confort. El resto, o fallan temperatura y humedad o falla el CO2.

Entre los datos más relevantes se encuentra que, de media, solo el 16 % del tiempo todos los factores están en el lugar óptimo. Si solo se atiende a la temperatura y la humedad relativa, este porcentaje sube al 68 %; si se mira únicamente al nivel de CO2, este porcentaje se reduce al 32,4. Los porcentajes de calidad óptima del aire oscilan, según los climas del territorio, entre el 11,49 % y el 20,54 %.

Cuando a primeras horas de la mañana todavía la calefacción no ha obrado el milagro, hay centros en los que en ciertos meses las clases comienzan a 15 ºC. Con una buena medición de humedad relativa y, desde luego, muy por debajo de los 800 o 1.000 ppm de CO2.

A lo largo de la jornada, cuando la temperatura en el aula se va volviendo vivible gracias a la calefacción y a la ocupación de las aulas por alumnado y profesorado, los niveles de CO2 comienzan a subir, más o menos rápidamente, hasta que se alcanzan niveles muy superiores a las 1.000 ppm. Por encima de los 3.000 y, en algunos casos, de los 4.000 ppm.

Falta de concentración, cansancio, dispersión o, incluso, cefaleas se encuentran entre los problemas causados por un excesivo nivel de CO2 en el aire en un interior. Da igual que sea un aula o una oficina. Enrique Bassat, pediatra y epidemiólogo asegura que la exposición a este gas tendría que ser mucho mayor para provocar problemas importantes a medio o largo plazo en chicas y chicos, para ser realmente tóxico. Pero, esos síntomas primeros, dice, «impactan a largo y medio plazo en el rendimiento de los niños». Aunque asegura que no existen estudios sobre la relación causal entre estos niveles de CO2 y los resultados académicos.

La medición del CO2, recomendada por el Ministerio de Sanidad y que algunas comunidades autónomas se plantean realizar en los centros educativos de sus territorios, no solo es un buen indicador sobre el nivel existente de este gas en el aire que respiramos, sino que en general, nos da una foto de la necesidad de ventilación de un espacio. Ventilación que puede ayudarnos a quitarnos de enmedio a la Covid-19, al CO2 y a una larga lista de partículas que flotan en el aire y que pasan desde el polvo hasta los adhesivos o barnices utilizados en la fabricación del moviliario escolar. De ahí la importancia de conocer estos niveles.

Qué recomiendan
Desde la plataforma PEP apuestan por una importante inversión en la rehabilitación de los edificios educativos. Existen en el registro de centros unos 28.000 en todo el país, entre públicos y privados. Tienen claro que esta acción no puede hacerse de golpe y que supone una intensísima inversión que no es posible en todos los casos. Pero si se plantea a medio y largo plazo, supondrá importantes ahorros en costes como el de las calefacciones. Además, significaría un gran ahorro en la emision de CO2 a la atmósfera. Y, en definitiva, mejoraría, por lo menos, la calidad del aire que respiran alrededor de 8 millones de estudiantes de todas las etapas educativas.

En estas rehabilitaciones totales, el presidente de PEP, afirma que habría que realizar acciones de aislamiento de los edificios con el exterior (paredes, carpintería, etc.) e instalación de mecanismos de ventilación mecánica con recuperación de energía (de calor o frío en cada caso), principalmente.

Se pueden hacer algunas de estas acciones por separado, asegura Bruno Gutiérrez, pero tendría una menor efectividada y podría generar efectos no deseados. Ejemplifica con la posibilidad de instalar aislamientos en las fachadas y no intervenir en la carpintería y la cristalería de las ventanas y las puertas. Explica la posibilidad de que, haciendo esto, se genere un mayor nivel de condensación, lo que podría provocar la aparición de moho, cuyas esporas no deben ser respiradas.

Quitando las posibilidades más peligrosas, lo que pretende explicar es la importancia de poner estos proyectos globales en marcha por las ventajas que suponen. Según los cálculos que han realizado mejoraría la eficiencia energética de los edificios hasta el punto de que el coste por metro cuadrado de la calefacción sería de un euro. En palabras de Pedro Mariñelarena, vicepresidente de PEP, en la rueda de prensa de presentación del informe, podría suponer ahorros de unos 30.000 euros anuales para los centros educativos. Solo hay que multiplicar esta cifra por los 28.000 centros existentes. Cientos de millones de euros que podrían invertirse en otra cosa.

Desde PEP propugnan por la utilización de ventilación mecánica con recuperación de energía (de calor o frío, según el caso). Se trataría, por una parte, de obtener aire del exterior del edificio, por un solo conducto, que se repartiría por todas las estancias. Al mismo tiempo, el aire de los interiores haría el viaje inverso, renovándolo y haciendo que las partículas más o menos problemáticas (en estos tiempos, la Covid-19) salieran. En un punto del camino de entrada y salida, explica Bruno Gutiérrez, ambos flujos se cruzarían (sin mezclarse), de manera que el de salida aportara calor al de entrada. Este sistema, asegura, supone la recuperación de entre un 80 y un 90 % de la energía (calor o frío).

Bassat tiene claro que acometer estas transformaciones es complicado y caro, y plantea la posibilidad de que las administraciones realizasen programas relativamente similares al renove que muchas ciudades han realizado a lo largo de los años para la rehabilitación de fachadas y edificios antiguos.

En este sistema de ventilación mecánica es posible instalar filtros de aire con los que eliminar, en su caso, partículas y agentes infecciosos y sería más eficiente que la colocación de filtros HEPA en todas las aulas. Estos funcionan haciendo circular el aire continuamente en una estancia y filtrándolo lo que, según los defensores de la ventilación mecánica, podría dar lugar a que no se filtrase todo el aire.

Experiencia
En España, el colegio El Garrofer, en Viladecans (Barcelona) ha realizado una rehabilitación siguiendo las prorrogativas de passivhaus. No solo eso, el Ayuntamiento de la localidad pidió un monitoreo de la calidad del aire después de la obra, y también del nivel de consumo de electricidad y gas.

Los datos, recogidos en la página web de Energihaus son impactantes. Se ha realizado en seis de los espacios: cuatro aulas, la biblioteca y el comedor de la escuela. Según sus mediciones, anteriores y posteriores, se ha conseguido un ahorro de un 90 % en el consumo de gas para calefacción tras las obras de rehabilitación. Eso sí, con un ligero aumento del consumo eléctrico, de un 5 %, debido al sistema de ventilación controlada instalado, aunque insisten en que con algunas calibraciones se pueden conseguir importantes ahorros también.

¿Laicismo? Confesionalismo fáctico: una de las grandes vergüenzas del Reino de España (Daniel Raventós, editor de Sin Permiso, para CUARTOPODER.ES)

Posted: 14 Nov 2020 05:42 AM PST

 CUARTOPODER.ES publica este artículo

El territorio del reino de España dispone de una larga tradición en defensa del laicismo. Esto es así por varias razones, pero una de ellas es por la existencia de una iglesia católica especialmente potente, reaccionaria y nefasta en nuestra historia y en nuestro presente.

Lo que significa laicismo no debería suponer ninguna ambigüedad.

"Un sistema político caracterizado por la exclusión de la influencia y control eclesiástico" (Diccionario Merriam Webster).

"La doctrina según la cual la moralidad debe basarse únicamente en el bienestar de la humanidad en la vida presente, con exclusión de todas las consideraciones derivadas de la creencia en Dios o en un estado futuro" (Diccionario Oxford).

"La creencia de que la religión no debería estar implicada en las actividades políticas y sociales habituales de un país" (Diccionario Cambridge).

"La laicidad implica la separación de las organizaciones religiosas y estatales. El orden político se basa en la única soberanía del pueblo de los ciudadanos y el Estado -que no reconoce ni paga ninguna religión- no regula el funcionamiento interno de las organizaciones religiosas. De esta separación se deduce la neutralidad del Estado, las autoridades locales y los servicios públicos, no de sus usuarios. La República laica impone así la igualdad de los ciudadanos en la administración y el servicio público, sean cuales sean sus convicciones o creencias" (De una página de la república francesa).

Son definiciones y aclaraciones suficientemente nítidas para cualquier persona que intelectualmente pretenda luz y no oscuridad. Ahora bien, algunas polémicas están mezcladas de enredos como "laicismo positivo o laicismo negativo" o "laicismo agresivo y laicismo sano o tranquilo". Creo que todo esto es pura palabrería. Como distinguir entre religiones fundamentalistas y no fundamentalistas. O entre religiones dogmáticas y no dogmáticas: entendiendo dogmatismo por su acepción de mantenimiento de las ideas como verdades indudables sin la menor evidencia empírica. ¿Hay alguna religión que no sea dogmática en un sentido preciso: que esté dispuesta a discutir sus ideas fundamentales a la luz de la razón y de la evidencia empírica? No conozco a ninguna.

Pero me gustaría centrarme en esta breve intervención en un punto que forma parte de la definición de laicismo: "Ninguna religión debe tener un tratamiento superior a otras por parte del Estado. Y que, como instituciones privadas que son, las iglesias no deben recibir en ningún caso y para nada recursos del Estado".

Vivimos en un Estado donde este principio laico está pisado de forma continuada, en realidad se trata de una violación permanente.

Pondré la cuestión de una manera que puede mostrarlo de forma hasta divertida. Se debe a un artículo de hace más de 15 años que he leído estos días para preparar esta intervención.

Se trataba de un supuesto grupo de docentes que estaba preocupado por el nivel de la enseñanza en el reino de España. Y proponían:

"Queremos llegar a un acuerdo con las autoridades eclesiásticas para que nos cedan un diez por ciento del tiempo de las misas con el fin de que profesores especialistas en las distintas disciplinas puedan llegar más fácilmente a los creyentes mediante breves intervenciones didácticas.

Estamos estudiando cuál sería el momento idóneo para insertar en las misas contenidos científicos y culturales, tal vez inmediatamente después de la consagración o justo antes del padre nuestro.

Está claro que algunos feligreses podrían, con razón, objetar que ellos no tienen porqué aumentar sus conocimientos ni su cultura, ya que acuden a misa con el sólo fin de orar y escuchar la palabra de Dios.

Para solucionar este problema, y aunque pudiera parecer inconstitucional, a la entrada a la iglesia les haríamos rellenar un formulario para que manifestaran su preferencia por la religión o la cultura.

(...)
Los obispos nos han adelantado que no habría problema en computar el tiempo de cualquiera de estas actividades como tiempo equiparable al dedicado a escuchar la palabra de Dios, a la oración, a la contemplación, la penitencia o a la caridad y en ningún caso podrá discriminarse el acceso a la salvación eterna a los fieles en razón de sus preferencias religiosas o educativas.

Tampoco han puesto la más mínima objeción a la aparente contradicción derivada de que el contenido de las misas esté basado en la fe y las creencias, en contraste con la naturaleza científica y académica de los contenidos que habitualmente impartimos en las aulas.

En un primer momento, las clases se impartirían sólo durante las misas obligatorias de los domingos y fiestas de guardar, para más adelante extenderse a otros actos religiosos de asistencia no obligatoria como bautizos, bodas, comuniones, funerales, ejercicios espirituales, ordenaciones sacerdotales e incluso ceremonias de canonización o beatificación.

Pero, ¿de dónde saldría el dinero para pagar al profesorado que trabaje los domingos? Sin duda alguna de los donativos que los fieles depositan en los cepillos, del porcentaje de impuestos destinados al sostenimiento de la Iglesia Católica o, en general, de los presupuestos de la Iglesia.

Para garantizar la calidad de las enseñanzas impartidas, nuestra asociación gestionaría directamente el dinero aportado por la Iglesia y con él contrataría a profesores de sólida formación pedagógica y científica que se encargarían de impartir las clases durante las misas.

Naturalmente, dado el carácter eminentemente laico de las clases, no dudaríamos en despedir fulminantemente a aquellos profesores que no mantuvieran una coherencia laica entre su vida profesional y personal haciendo cosas como casarse por la iglesia, acudir a misa semanalmente o participar en cualquier tipo de actos religiosos."

¿Da risa? Esta es exactamente la situación que, permutando adecuadamente los términos, hace desde muchos años la Iglesia católica en las escuelas públicas. Los profesores y profesoras de religión los pagan todos los contribuyentes, pero son elegidos y autorizados por los obispos católicos; la vida que deben llevar es acorde con los principios de esta Iglesia y no con los derechos democráticos reconocidos (homosexuales, divorciados y divorciadas… son apartados de sus puestos de trabajo). Hoy en el reino de España casi el 28% de la enseñanza es concertada. La pública representa el 67,5%, lo que representa más de 13 puntos por debajo de la media europea. La Iglesia controla más del 60% de los centros concertados. Una vergüenza de la realidad de un estado supuestamente aconfesional.

La escuela concertada es sólo una parte, importante sin duda, de esta vergüenza. No sé si el más importante de la injerencia de la iglesia en la vida pública y de su mantenimiento por parte del Estado. No hay manera de que la iglesia explique sus cuentas, no hay manera de que explique en qué se gasta el dinero público, no hay manera de conocer la menor transparencia en sus actividades comerciales y económicas. Y se le permite. Como al rey Borbón y a la Casa real. Es la primera interesada que cuanta más opacidad haya mejor. Números tenemos, porque hay organizaciones que intentan hacer evidente la barbaridad que significa la cantidad de caudales públicos para uso privado. La Iglesia es una asociación privada, que debería incumbir a sus fieles y solamente a ellos, no a los que pagamos siendo ateos o de cualquier otra religión para su mantenimiento. Que crean lo que quieran, en Dios o en la tetera orbitante de Russell. Pero que paguemos sus creencias todas las personas que debemos declarar el IRPF no es en absoluto racional ni, por supuesto, propio de un Estado que fuera laico.

En 1972, un almirante franquista católico fanático y que ETA hizo volar por los aires un año después, Carrero Blanco, declaró al diario Pueblo: "Desde 1939, el Estado ha gastado unos 300.000 millones de pesetas en construcción de templos, seminarios, centros de caridad y de enseñanza, sostenimiento del culto, etc." ¡300.000 millones de pesetas! Era una cantidad impresionante, si nos situamos en el poder adquisitivo de la época referida. Pero son cálculos lejanos. Mucho más recientemente, una asociación (Europa laica) que lleva años denunciando los privilegios de la Iglesia, hizo público un estudio del 2016 según el cual el estado aporta 11.000 millones de euros en la iglesia. El estudio estaba basado a partir de datos de organismos oficiales: "A lo largo del año 2015 el Estado (central, autonómico y local) cedió a la Iglesia católica oficial, de manera directa o por la vía de dejar de ingresar impuestos, una cifra superior a los 11.000 millones de euros, lo que supone más del 1% del PIB". Ese cálculo incluye las exenciones fiscales como en el caso del IBI valoradas en 3.000 millones al año; 4.600 millones para pagar a los 35.000 profesores de religión y los conciertos con los centros religiosos; 3.200 millones para dispensarios, hospitales y centros de salud, y otros 500 millones para la conservación del patrimonio artístico propiedad de la Iglesia, entre otros.

¿Cómo es posible? IRPF (que lo pagamos todos, no sólo los que ponen la casilla), propiedades inmobiliarias inmensas que no pagan IBI (que incluye pisos, parkings, incluso alquilados a terceros), propiedad del 70% del suelo habitable de Toledo, Ávila, Burgos y Santiago y de porcentajes muy considerables en más de 8.000 municipios del reino, obras de arte, medios de comunicación... Todos lo pagamos porque la Iglesia no paga. Recordemos la política de la Iglesia: cuando menor sea el Estado, más justificada está en su intervención. Cuando menos política social, más Cáritas; cuando más pobreza, más negocio de la caridad.

Los jueces siempre fallan a favor de la Iglesia católica. Siempre. Sólo hay que ver las sentencias del Tribunal Constitucional a las denuncias de ayuntamientos que se atreven a plantar cara al expolio por un poco de dignidad y de decencia. Siempre al lado de la iglesia. Y la parcialidad es vergonzosa. Como la filiación de muchos de sus miembros hace difícil que sea de otra forma. Un ejemplo, sólo uno de los cientos que se podrían poner. Es sobre la educación separada por sexos. Nos situamos en abril de 2018, hace poco más de dos años. No sólo el Tribunal manifestó que la segregación es respetuosa y no causa discriminación, sino que los centros deben recibir fondos "del sistema de financiación pública en condiciones de igualdad". Habitual, ellos ponen el adoctrinamiento y la ciudadanía paga los impuestos. Uno de los firmantes de la sentencia judicial era Andrés Ollero miembro del Opus y diputado del PP durante 5 legislaturas. No hubo objeciones a su imparcialidad (sic). ¿Se acuerdan cuando el magistrado Pablo Pérez Tremps fue apartado del Tribunal en las deliberaciones sobre el Estatuto de Cataluña por haber participado en un informe encargado por la Generalitat para la redacción del texto? Un ejemplo solamente. Parece ser que el señor Ollero era imparcial o que su pertenencia al Opus era un dato insignificante.

He mencionado las casillas del IRPF. Corresponde a un partido que a veces dice ser laico (sic) una de las mayores concesiones a la depredadora Iglesia católica realizadas después del franquismo. Efectivamente, fue un Gobierno del PSOE, el de Zapatero, en 2006 que subió al 0,7% la aportación del IRPF a la iglesia. Un supuesto laico, el señor Zapatero, que subió el 33% la aportación vía IRPF de dinero público a la Iglesia católica. Como explica Ángel Munárriz en Iglesia, SA, el PSOE es más laico cuando está en la oposición. Más laico y más tantas cosas cuando está en la oposición… Como también se dice en este mismo libro, tanto con PP como con PSOE "el Estado no confesional ha acabado siendo al Estado laico lo que el Estado de las autonomías al federal: una aproximación, un remedo, una imitación sin sustancia".

Se trata de no marcar ninguna casilla. Pero marquemos la que marquemos, pagamos todos a la Iglesia. Supongo que no hace falta explicarlo mucho, ni hace falta ser hacendista. Del total de los impuestos de IRPF recibidos, una parte va a la Iglesia en función del número de crucecitas. En vez de dedicarse a otras cosas van a la Iglesia. Yo pago a pesar de ser un ateo militante a la Iglesia. Y usted y el otro, cualquier declarante del IRPF. Una posibilidad diferente: la alemana. Otra mejor es la laica: ni un euro público a la iglesia. Que se la paguen los fieles, como toda asociación privada. Están en su derecho pagar por sus creencias, pero no tienen ninguno a un solo euro de los 11.000 millones que chupan anualmente. Cuanta menos clientela tienen, más dependen del Estado. Y este Estado se lo da.

Termino con un recordatorio a Antoni Domènech, un laico sin concesiones. Al fin y al cabo, esta mesa se organizó en homenaje a este gigante del pensamiento republicano-socialista. Y lo haré recordando un fragmento de discurso de uno de los políticos españoles que más en consideración tenía, Manuel Azaña. Parte de esta consideración era por su castellano maravilloso. Este discurso de Manuel Azaña es del año 1930 y gustaba especialmente a Toni y por eso lo quiso publicar en Sin Permiso:

"No temáis que os llamen sectarios. Yo lo soy. Tengo la soberbia de ser, a mi modo, ardientemente sectario, y en un país como éste, enseñado a huir de la verdad, a transigir con la injusticia, a refrenar el libro examen y a soportar la opresión, ¡qué mejor sectarismo que el de seguir la secta de la verdad, de la justicia y del progreso social!"

Y más adelante:

"No nos bastará barrer de un escobazo el infecto clericalismo del Estado, ni acabar con la demagogia frailuna que a los liberales moderados de hace un siglo ya les parecía repugnante."

Joaquín Maurín, otro de los políticos muy queridos por Toni, escribió casi en los mismos momentos:

"España necesita llevar a cabo todavía su revolución democrática, es decir, la abolición definitiva de la monarquía, el exterminio del poder de la Iglesia, el reparto de la tierra, la liberación de las nacionalidades, la emancipación política y moral de la mujer, la destrucción del armatoste secular del Estado semifeudal".1

90 años después de haber sido dichas estas palabras de Azaña y Maurín, podemos decir con mucha evidencia que estamos todavía en un estado de facto confesional, que la alianza monarquía-iglesia-ejército sigue imperando con mucho vigor. Y que los gobiernos UCD-PSOE-PP habidos hasta ahora a lo largo de más de 40 años, siguen dando todo tipo de privilegios a la Iglesia católica. El "infecto clericalismo" campa por las suyas con toda la complicidad de la monarquía, del ejército y de los tribunales de justicia. Y de los gobiernos.2 El laicismo y la razón tienen un largo y duro camino que recorrer.

Muchas gracias.

Este texto es una versión traducida y adaptada de la intervención en la mesa sobre "postmodernidad y razón" de la Universitat Progressista d'Estiu de Catalunya -UPEC- en homenaje a Antoni Domènech, el 5 de noviembre de 2020. El vídeo completo de la mesa con las preguntas del público, a continuación. 

You are subscribed to email updates from MareaVerde.
To stop receiving these emails, you may unsubscribe now.
Email delivery powered by Google
Google, 1600 Amphitheatre Parkway, Mountain View, CA 94043, United States

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ENTRADA QUE HAY QUE LEER, MIRAR.......

HK & Les Saltimbanks - "On lâche rien"