domingo, 22 de noviembre de 2020

Aula propuesta educativa





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V. Completa. Una filosofía ancestral para la vida. Francesc Miralles, es...

Posted: 13 Oct 2020 12:09 PM PDT

Cozy Autumn Jazz Music - Stress Relief Saxophone and Piano Cafe Music to...

Posted: 13 Oct 2020 12:05 PM PDT

¿Cómo fomentar la resiliencia en los niños y niñas?

Posted: 13 Oct 2020 12:03 PM PDT





Consejos para ayudar a los pequeños a la hora de superar emocionalmente las adversidades de la vida.

Catalina Briñez Lozada

La resiliencia es la capacidad que las personas vamos desarrollando para afrontar situaciones o eventos difíciles, atemorizantes, dolorosos o decepcionantes sin derrumbarnos o quebrarnos.

Por otro lado, la resiliencia se construye a partir de las de las experiencias internas y externas, las cuales a su vez se ven mediadas por el entorno. Teniendo en cuenta eso, no es de extrañar que este conjunto de capacidades puedan ser entrenadas y desarrolladas. De hecho, lo son desde la infancia.

Consejos para favorecer el desarrollo de la resiliencia en niños y niñas

A continuación veremos cinco pautas para facilitar el desarrollo de la inteligencia emocional y por lo tanto la resiliencia en los niños/as.

1. Facilitar experiencias

La interacción social es el vehículo a través del cual comprendemos el mundo y a nosotros mismos. También propicia la autonomía y la capacidad de elección, características de una persona resiliente.

Experiencia de apego

Con un vínculo de apego seguro, el niño/a tiene la libertad para explorar el mundo porque sabe que hay una figura confiable, estable y cercana; esto se expresará en la manera como reacciona frente a las experiencias difíciles.

Por ello, el contacto verbal y no verbal con las figuras de apego es fundamental: las caricias, el contacto visual, el tono y las palabras que elegimos. La resiliencia es la manera como gestionamos el afecto, por ello el apego seguro incide directamente en nuestra regulación emocional a lo largo de la vida.

Experiencia en el juego

Es fundamental, ya que permite de manera simbólica vivir diversas experiencias con distinta carga emocional; estas inciden en el desarrollo afectivo, facilitando espacios para entre otras cosas, tolerar la frustración, solucionar problemas o generar ideas.

Experiencia social

Tener la posibilidad de explorar diversos espacios fuera de casa como parques, comercios, ir al supermercado y desde luego el contexto escolar, implican la interacción con distintos tipos de personas en diversas situaciones, con lo cual se desarrolla la flexibilidad cognitiva, factor fundamental para afrontar las crisis y regular las emociones, ya que permite la adaptación a los cambios.

2. Ser ejemplo

Los niños/as aprenden de la manera en la que los adultos reaccionamos frente a la adversidad. Son unos observadores natos, y esa es una gran fuente de aprendizaje significativo.

Muchas veces pensamos que por ser pequeños no se dan cuenta de nuestras reacciones emocionales, pero justamente las mismas son las que captan con mayor facilidad. Si frente a un problema reaccionamos de manera desproporcionada, decimos palabras catastróficas o tenemos actitudes derrotistas, el niño/a aprende que frente a esas situaciones se adjudica tal intensidad y tipo de emoción.

Si por el contrario damos lugar a las emociones que ocurren de una manera regulada y enfocada en soluciones, el niño/a también lo irá interiorizando. Por ejemplo, en vez de decir: ¡ahora qué vamos a hacer, no hay salida! podemos decir: "aunque ahora mismo no sabemos qué hacer , seguro pensaremos en algo".

3. Validar las emociones

Muchas veces creemos, porque así se nos ha enseñado, que las emociones negativas no se deben expresar. Si un niño/a se enfada le decimos "no te enfades"; si está llorando, "no llores"; si le ha pasado algo que le afecta "no pasa nada"; si tiene miedo: "no tengas miedo"... y les enseñamos que sentir ese tipo de emociones es malo y que la manera de resolverlo es callándolo, por lo que no aprenden a gestionar dichas emociones ni a darles lugar de una manera natural en sus experiencias.

Validamos las emociones ayudando a la expresión emocional: "supongo que estás enfadado/a o triste", "tienes miedo"... Además hay que darle un espacio donde pueda expresar libremente la emoción, y preguntar: "¿Qué ha ocurrido?", "¿Qué piensas?", "¿Sientes alguna molestia en tu cuerpo?"... Así ayudamos también a discriminar las emociones: que aprendan a diferenciar entre el enfado, la tristeza, la frustración etc.

4. Guiar la experiencia emocional

Una vez se han validado las emociones, podemos sugerir alternativas para la gestión de las mismas.

Podemos poner ejemplos de cuando hemos sentido miedo: "¿Un abrazo te ayudaría a relajarte un poco?". Una vez se ha relajado un poco la activación fisiológica (por ejemplo a través de un abrazo o una caricia o beber un vaso de agua), podemos proponer alguna solución: "¿Cuándo te sientes seguro/a y valiente?" Según su respuesta podemos integrarlo en la situación, y si no lo sabe, nosotros podemos darle ejemplos donde hayamos visto seguridaden él o ella; esto ayudará a que encuentre recursos internos que faciliten el afrontamiento.

Por último, una vez el niño/a haya identificado lo que siente y sus recursos, podemos proponer acciones que ayuden a regular la intensidad de la emoción. Por ejemplo hacer ejercicios de respiración, realizar alguna lectura, y acciones concretas que incrementen la seguridad. Si ponemos el ejemplo del COVID-19, podría ser el lavado de manos en lugar de ¡no toques! Guiar la experiencia no implica ser directivo sino proponer, preguntar y tomar decisiones en conjunto.

5. Practicar la empatía

Podemos aprender también a partir de las experiencias de los demás, esto incluye el desarrollo de la escucha y la generosidad. De manera ajustada a la edad del niño/a, también podemos contarle lo que nos pasa cuando estemos pasando por un momento difícil, y permitirles aportar algo, ya sea ayuda práctica o alguna idea para mejorar la situación.

De igual manera, compartir experiencias de otros niño/as que han pasado por momentos difíciles y han logrado superarlo o propiciar experiencias (por ejemplo, compartir alimentos, juguetes o tiempo con personas que pasan dificultades). Las metáforas también son un excelente vehículo para ponerse en el lugar del otro, a través de historias, personajes resilientes con los que se puedan identificar.


FUENTE:

https://psicologiaymente.com/

Cuando se instala un dragón (When a Dragon Moves In) leído por Mark Duplass

Posted: 13 Oct 2020 11:51 AM PDT

Tipos de dislexia

Posted: 13 Oct 2020 11:48 AM PDT

No existe una dislexia idéntica, sino tantas dislexias como personas que la tienen.

La dislexia es un término que hace referencia a un patrón de dificultades de aprendizaje caracterizado por problemas en el reconocimiento de palabras de forma precisa o fluida, el deletreo y poca capacidad ortográfica. 

Los principales manuales diagnósticos tienden a definir la dislexia de manera genérica, para facilitar su diagnóstico y tratamiento, refiriéndose normalmente a la dislexia evolutiva o del desarrollo, que suele ser detectada en niños en edad escolar. Así, por ejemplo, la dislexia queda recogida en el DSM-V como una dificultad específica de aprendizaje con dificultades en la lectura y la escritura. 

Estas dificultades se pueden clasificar en función de sus causas así como en función de su gravedad. Veámos algunos ejemplos. 

¿Cuántos tipos de dislexia existen?

Tipos de dislexia

A grandes rasgos, en la literatura podemos encontrar dos tipos de dislexia: dislexia del desarrollo y dislexia adquirida. La dislexia del desarrollo es el tipo de dislexia más conocido. Se trata de un trastorno de origen neurológico que aparece durante el desarrollo infantil, en ausencia de lesión cerebral. Por el contrario, en la dislexia adquirida las dificultades en el lenguaje (en la lecto-escritura) aparecen como consecuencia de un trauma o lesión cerebral, pudiendo manifestarse en cualquier momento de la vida de una persona. Sería el caso de los adultos que no tuvieron dislexia de niños. 

Por otro lado, los síntomas de dislexia presentarán diferentes características y producirán distintos tipos de errores en función de la ruta de procesamiento léxico afectada: fonológica o visual. Para entenderlo, cuando leemos una palabra conocida asociamos una imagen con un sonido y no necesitamos interpretar la regla de pronunciación que hay detrás. Ahí estaremos utilizando la ruta visual. Sería casi como asociar un dibujo a un sonido. En cambio, cuando leemos una palabra desconocida necesitamos utilizar las reglas de pronunciación de nuestra lengua a través de la decodificación fonológica. Sabemos que el sonido de la "r" más el sonido de la "a", forman el sonido "ra". Véamos la diferencia. 

Dislexia fonológica

Se corresponde con el mal funcionamiento de la ruta fonológica, indirecta o auditiva, la cual se encarga de la conversión grafema-fonema para acceder al léxico. Dicho de otra manera, su función es conectar las letras con su sonido correspondiente. En la actualidad se trata de la explicación que cuenta con un mayor apoyo de los expertos a la hora de explicar los síntomas de la dislexia. 

Cuando existe un déficit en la ruta fonológica, será difícil decodificar palabras desconocidas para la persona. Aparecerán dificultades en la lectura de palabras largas y poco frecuentes, así como las pseudopalabras, donde cometen errores visuales que provocan lexicalizaciones, es decir, leen "luta" cuando pone "lupa". También presentarán errores morfológicos en los que conservan la raíz de las palabras pero cometen fallos en la derivación de los morfemas, así como un mayor número de errores en la lectura de las palabras función que en aquellas que expresan contenido.

Superficial 

En este caso se produce un mal funcionamiento en la ruta visual o directa. La ruta visual es aquella en la que no dividimos las palabras en partes, sino que leemos de manera global. Si esta ruta está afectada tendremos dificultades a la hora de leer palabras irregulares, es decir, aquellas palabras que no se corresponden con la normativa de pronunciación de una lengua concreta.

Las lenguas tienen diferente grado de transparencia. Por ejemplo, el español se considera una lengua muy transparente porque su pronunciación tiene reglas muy regulares: se pronuncia como se escribe. El inglés, en cambio, es una lengua menos transparente.

Esta ruta puede explicar por qué se encuentran tasas de dislexia más altas en los países con lenguas menos transparentes, como es el caso del inglés. 

Mixta o profunda

En este caso, el déficit se produce en ambas rutas, tanto la fonológica como la visual. Una manifestación característica de este tipo de dislexia, aparte de los errores que se cometen en los otros dos tipos de dislexia,  son los errores semánticos. Esto ocurre cuando al leer se sustituye una palabra por otra que no tiene ningún parecido visual pero sí semántico (de significado). 

¿Se puede medir la dislexia en diferentes grados?

  • tipos de dislexia

Además, la dislexia también puede clasificarse en función del grado de afectación. El DSM-V señala la importancia de hacer la distinción entre afectación leve, moderada y grave. 

Leve

Presenta algunas dificultades relacionadas con las aptitudes de aprendizaje en una o dos áreas académicas pero suficientemente leves para que pueda compensarlas con los apoyos adecuados o cuando se aplican adaptaciones adecuadas en el ámbito escolar.

Moderada

Presenta dificultades notables en las aptitudes de aprendizaje en una o más áreas académicas, de manera que el individuo tiene pocas probabilidades de llegar a ser competente en el ámbito académico si no tiene apoyos intensivos y adaptaciones durante toda la edad escolar.

Grave

Dificultades graves en las aptitudes de aprendizaje que afectan a varias áreas académicas, de manera que el individuo tiene pocas probabilidades de desarrollar esas aptitudes sin una enseñanza constante, específica, individualizada e intensiva durante toda la edad escolar. Además, necesitará adaptaciones curriculares y servicios de apoyo en casa, en la escuela y en el trabajo, porque el individuo puede no ser capaz de realizar con eficacia algunas actividades.

¿Qué ejercicios podemos realizar para tratar los diferentes tipos de dislexia?

Conocer los diferentes tipos de dislexia nos ayuda a diseñar actividades de tratamiento especialmente diseñadas para cada tipo, incidiendo en los errores específicos que se cometen en cada caso.

En breve compartiremos un nuevo post con ejercicios para la dislexia.

Ver también:
¿Quieres saber si tienes riesgo de tener dislexia?
Síntomas de dislexia por edades
Cómo es tener dislexia siendo adulto


FUENTE:

https://www.changedyslexia.org/

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