"Tengo 10 años y se me acaba de caer una muela!!! Qué felicidad!!! El Ratón Pérez me va a traer una moneda! Lo sé porque Esther me hizo un dibujo. Voy con mamá por la calle y llevo la muela en mi mano... me gusta mucho porque tiene una gotita de sangre, es muy bonita mi muela!"
Así es como me imagino lo que Manuel siente, está contento porque ha aprendido que caerse una muela significa un premio y porque además le gusta verla con todos sus
detalles, incluída la gotita de sangre. Quiere llevarla en su mano. Sé que es una "acción arriesgada" porque podría caérsele y perderla y no sé si la responsable de lo que va a pasar es la famosa Ley de Murphy pero !sí¡ la tostada se nos cae por el lado de la mermelada y pierde su maravillosa muela mientras estamos sentados en la terraza de una cafetería en una plazoleta abarrotada de gente en el mes de agosto.
Intento explicarle que la vamos a buscar pero sé si no encontramos la muela rápidamente la rabieta ya no tendrá arreglo porque se habrá desatado igual que un vendaval. De repente, toda la gente nos mira (y que conste que lo entiendo) pero yo sólo puedo atenderlo a él, sus hermanos ayudan, una amiga que está allí nos ayuda, las miradas nos desaprueban y los ceños se fruncen, a los chicos que tengo al lado les digo "tiene autismo" porque ya no puedo más y necesito que entiendan... una vecina que nos reconoce viene en ayuda también... nada, la muela no aparece.
No daré más detalles porque cualquiera se podrá imaginar la escena, la única solución es volver a casa, intentar recorrer 500 metros por una calle segura y poco concurrida. Lo conseguimos porque mi amiga hace todo lo que puede y más, nos acompaña, paga en la cafetería, me coge las bolsas de la compra y atiende a los hermanos. Llegamos a pesar de que los 500 metros han parecido 5000.
El disgusto continua un buen rato sin consuelo, dibujo una explicación y le hago comprender que su muela se ha perdido y que el ratón traerá igualmente su premio, aunque yo sé que lo que le importa es la muela con todos sus detalles, le gustaba también sentirla en su mano y saltar a la vez.
Finalmente me dice "Me perdonas???" con su entonación particular y una lágrima asomando aún y a mi se me rompe el corazón en mil pedazos.
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